Lecciones digitales del apagón nacional en Cuba

La crisis energética estuvo acompañada por una evidente crisis comunicacional, marcada por la interrupción de los servicios de datos móviles y telefonía fija.

Cuando ocurren apagones no solo se afectan hogares, sino también servidores, torres de telecomunicaciones y dispositivos de distribución de Internet, que requieren electricidad constante para funcionar.

Foto: Archivo IPS Cuba

El colapso energético que sufrió Cuba, del 18 al 22 de octubre, no solo dejó a sus diez millones de habitantes sin electricidad durante varios días, sino que afectó también el suministro de agua, las comunicaciones y redes digitales.

El apagón nacional causado por el fallo de la principal planta energética del país (la central Antonio Guiteras, ubicada en la provincia de Matanzas) ocurrió en un contexto agravado por la falta de combustible, la dependencia de los hidrocarburos, la creciente demanda de energía y una red eléctrica deteriorada y obsoleta.

El corte masivo de electricidad trajo la crisis de la red de conectividad y las telecomunicaciones, debido al agotamiento de las baterías de los transmisores por los frecuentes apagones que sufre la población desde 2020.

Sino todos, al menos la mayoría de los habitantes de la isla caribeña quedaron sin acceso a internet, servicio móvil o de telefonía fija.

Las más de 72 horas de apagón en algunos casos y la limitada autonomía de servidores, torres de telecomunicaciones y dispositivos de distribución de Internet, sumada a la falta de baterías de repuesto para los transmisores, empeoraron esta vez la situación.

A unos minutos del apagón, el observatorio NetBlocks confirmó una caída significativa del tráfico de Internet en la isla, reportó el medio alternativo El Toque. (Foto: Tomada de la cuenta en X de NetBlocks)

 

 

Crisis energética vs crisis comunicacional

Tania Velázquez, presidenta ejecutiva de la estatal y única Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa), informó en su cuenta de X que, a raíz de la situación energética, el 42 % de los sitios que soportan más de 2 500 radiobases de servicios móviles estuvo fuera de servicio.

En tanto quedó apagado el 32 % de los que sostienen las más de 236 000 líneas de telefonía fija.

La propia funcionaria confirmó que una buena parte de los sitios móviles que dejaron de funcionar debido a la falta de energía no contaban con sistemas de respaldo.

Reconoció además que no cuentan con los fondos suficientes para invertir en la mejora inmediata y actualización de la infraestructura tecnológica, lo que posibilitaría enfrentar con mayor robustez futuras contingencias.

La realidad es que, ante la falta de medios y alternativas, millones de personas quedaron totalmente incomunicadas por largas horas y hasta días.

Incluso el gobierno cubano y sus más altos dirigentes pudieron constatar el mal estado de las conexiones por esos días.

La comparecencia televisiva y mediante videoconferencia que sostuvo el primer ministro Manuel Marrero en la noche del 17 de octubre denotó la inestabilidad de la señal; sin contar la demora en el inicio de la transmisión “por problemas técnicos”, según anunciaron.

La falta de conectividad y señal televisiva, que son actualmente las principales vías de comunicación e información para los cubanos, acrecentó la incertidumbre y el desconocimiento, y dejó desprovistos de alarmas a una parte de la población que sufriría en pocas horas el impacto del huracán Oscar.

La conectividad poco a poco se recupera en las zonas afectadas por el huracán Oscar en Guantánamo. Sus pobladores fueron sorprendidos por el evento climatológico en medio del apagón que afectó a todo el país. (Foto: Tomada de la cuenta en X de Etecsa)

 

Alternativas para conectar e informar

La comunicación, en específico la digital, ha demostrado ser clave en los procesos y situaciones por las que atraviesa hoy la sociedad cubana.

El escenario post apagón nacional incita a volver sobre la recién aprobada Ley de Comunicación Social para revisar lo que legisla y define en materia de información durante situaciones de emergencias.

Un nuevo apagón total de energía podría ocurrir en Cuba. La experiencia actual debería servir de precedente para que, si ello ocurriese, no sorprenda otro corte generalizado desde el punto de vista infocomunicacional.

La creación de redes locales es una solución efectiva. Estas pueden funcionar sin necesidad de una infraestructura eléctrica permanente, utilizando vías como el mesh networking. Por otro lado, están las redes wifi comunitarias o la radio de ondas cortas.

Y los gobiernos locales están abocados a recuperar alternativas de comunicación más comunitarias, como el uso de altoparlantes, informaciones transmitidas verbalmente a través de organizaciones barriales o carteles artesanales, entre otros, que no dependen de medios electrónicos.

Otra opción es la distribución o venta de radios portátiles y baterías, sobre todo para las zonas montañosas y de difícil acceso, donde hasta la comunicación de boca en boca se dificulta.

Cuba cuenta con una red de radioaficionados que, según el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, está presente en los centros de gestión de riesgos de cada municipio del país.

Estos hubiesen sido un eslabón clave para, en medio de la desconexión, alertar a los pobladores de la provincia de Guantánamo sobre la cercanía del evento climatológico que devastó a localidades del sur de esa provincia y provocó cuantiosas pérdidas humanas y materiales.

En los municipios Imías y San Antonio del Sur las comunicaciones digitales aún no se restablecen del todo. Hasta el momento se ha recuperado más del 16 % de la telefonía fija y más del 40 % de los sitios de radiobases ya brindan servicio móvil, confirmó Etecsa.

El 16 de octubre, dos días antes del colapso, Etecsa lanzó vía SMS una promoción de recarga internacional que incluía datos ilimitados durante 24 horas por 30 días.

Jornadas después del anuncio, tras el restablecimiento del sistema electroenergético nacional, se suscitó una oleada de comentarios y memes en redes sociales sobre la supuesta “trampa” del servicio.

Al mismo tiempo, varios usuarios insistieron en la posibilidad de que, así como la empresa envía mensajes de texto publicitando sus productos, podría hacerlo para mantener informado al pueblo en situaciones excepcionales.

Otra alternativa recomendada de forma general para el país desde hace décadas es la transición hacia una matriz energética dominada por las fuentes renovables de energía, en una isla de escasos recursos petroleros donde los vientos, las aguas y el sol debieran ser aprovechados.

La matriz energética actual se compone en 95% de combustibles fósiles y, solo el resto, de fuentes renovables de energía.

El apagón energético en Cuba, sumado a la angustia causada por el huracán Oscar, recuerda lo imprescindible que resulta la información y la comunicación para prevenir el desastre mismo, la desorientación o las noticias falsas.

Supone también un llamado de atención sobre la necesaria inversión en mejorar la red de telecomunicaciones y cobertura digital en el país. (2024)

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