Un artículo de un reconocido intelectual, una campaña global y una investigación periodística de un medio independiente, colocaron en el centro del debate en las redes sociales de Cuba conceptos relacionados con la violencia de género y movimientos mundiales para enfrentarla.

El mayor debate e intercambio en redes sociales tiene lugar desde que el pasado 8 de diciembre, el medio independiente El Estornudo publicara la investigación Cinco denuncias de abusos sexuales contra Fernando Bécquer, que ha generado cientos de publicaciones, declaraciones institucionales y varios materiales de prensa.

A las cinco mujeres que acusaron públicamente de episodios de acoso y depredación sexual al cantautor cubano, se sumaron otras en el transcurso de los días.

#MeToo en Cuba

Trascendió que Massiel Carrasquero Ramos lo había denunciado en 2015 en la estación policial de Zapata y C, en La Habana, pero un oficial le dijo que su caso no procedía.

También la escritora Elaine Vilar Madruga asegura haber sido víctima en el pasado del trovador, por lo que lo denunció el 11 de diciembre de 2021 en la misma unidad. Y, esta vez, fue recibida la demanda. “Creo que se hará justicia”, comentó Vilar a la Redacción IPS Cuba.

La polémica no ha cesado en redes sociales desde donde artistas, especialistas, académicos y creadores como Telmarys, Haydée Milanés, Rita del Prado, Victor Cassaus y Magela Romero, entre otros, han repudiado los mencionados actos de abuso y apoyado a las víctimas. Se ha generado desde el activismo la etiqueta #Yosilescreo, que hasta el momento reúne más de 1900 publicaciones en estas dos semanas y de forma gratuita.

Algunas instituciones, centros y organizaciones han realizado declaratorias sobre el hecho en sus páginas oficiales o medios de prensa, como el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, el Centro Nacional de Educación Sexual y la Federación de Mujeres Cubanas.

Como ha sucedido alrededor de casos similares en otros países, numerosas mujeres apoyaron a las denunciantes con la etiqueta #MeToo y narraron sus historias personales de abusos sexuales sufridos. Incluso varios hombres se sumaron y contaron hechos de este tipo padecidos por familiares y amigas.

Personalidades, activistas y especialistas de los derechos de las mujeres y en contra de las violencias de género en Cuba, esperan que este lamentable suceso constituya un precedente para las denuncias sobre abusos sexuales en la isla.

Bodyright: derechos a tu cuerpo en redes

A propósito de los 16 días de activismo contra la violencia de género, instituciones, organizaciones y campañas lanzaron iniciativas comunicativas donde se promueve un derecho a los cuerpos.

En esta variante se inscribe Bodyright, “un movimiento social para tomar en serio las expresiones de violencia basada en género que tienen lugar en los espacios digitales”, indicó la página oficial del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) en Cuba.

Lanzada el 2 de diciembre, la iniciativa comprende postales y mensajes “para que las mujeres, las niñas y todas las personas puedan ejercer su autonomía corporal en los espacios digitales”.

“Debemos actuar de manera coordinada para generar un cambio real y ejercer nuestro derecho a que se nos proteja del abuso y la violencia”, indicó Unfpa en publicaciones de la campaña.

En este sentido, la acción comunicativa presenta el concepto de Bodyright como un llamado a la acción para crear un nuevo tipo de “copyright” que proteja los cuerpos humanos.

“Reivindica el derecho a tener el control sobre nuestros cuerpos y a existir en los espacios virtuales sin miedo al abuso o la violencia”, se lee en varios de los mensajes.

La campaña se suma a acciones de sensibilización que realiza Unfpa en sus redes sociales para alertar sobre la violencia digital contra mujeres y niñas.

Piropo

El 27 de noviembre fue publicado el texto “Piropos” , del intelectual cubano Ciro Bianchi, en su columna habitual del sitio Cubadebate. Básicamente era una loa a que el “elogio a la belleza de una mujer, nunca es pecado”… Y se encendió la hoguera.

En el artículo de marras el autor consideró al piropo como motivador, que “inspira, entusiasma y levanta el ánimo”; justificó como herencia cultural, con líneas y líneas de “argumentos”, un fenómeno de acoso enraizado en Cuba, para lo cual incluso existe una campaña por la no violencia “Evoluciona”.

Las reacciones no se hicieron esperar. Para avivar la intensa polémica también aparecieron otros artículos como “El piropo y los caminos de la lucha. Distorsiones”, del joven periodista Mario Ernesto Almeida publicado en Cubahora. El cronista, desde la otra mirada, narró “una situación incómoda”, mediada por acoso callejero y denunció la complicidad con la que muchas personas actúan cada día ante estas escenas.

“El argumento de lo cultural se presta, con más frecuencia de lo sano, para un intento de estancar la justicia. “Es normal”, “siempre ha sido así”, “desde que el mundo es mundo”, son frases que ignoran la violencia de todo tipo con la que la historia ha caminado, son frases que ignoran las relaciones de poder, frases que ignoran que, en frente de toda sumisión, existe una imposición”, argumentó Almeida.

Sin embargo, los mejores debates sucedieron en redes sociales entre personas detractoras y defensoras del piropo. Si bien en varios foros, y en la sociedad en general, todavía existen una aprobación a esta práctica, cada día son más frecuentes las voces de resistencia ante estos hechos, especialmente de mujeres que han ofrecido argumento sobre la invasiva acción.

Para Ayris Arias, es una “falta de respeto pensar o pretender que un piropo suba tu autoestima”. “Yo no lo necesito en absoluto, todo lo contrario, da asco el acoso diario en las calles, así sea un tan solo, “buenos días, princesas”, con mirada asqueante y la baba casi cayendo. No”, denunció en foro de Cubadebate.

Nadine concuerda: “Y después se molestan si no le das las gracias. No saben lo desagradable que es caminar por una acera donde hay toda una fila de hombres mirándote como si fueras un pedazo de carne”. (2021)