Coloquio desde Cuba plantea masculinidades solidarias y pacíficas

Esa fue una de las principales conclusiones de un coloquio online internacional convocado por redes y proyectos de Cuba durante la pandemia.

En el coloquio participaron unas 136 personas, procedentes de México, Ecuador, Nicaragua, República Dominicana, Suiza, Estados Unidos, España y Cuba.

Foto: Tomada del sitio web de la RIAM

La Habana, 23 may.- Las reacciones ante el aislamiento físico, el ejercicio de la paternidad, la violencia machista y la poca cultura de autocuidado de los varones fueron los principales temas abordados en la primera experiencia virtual, que desde Cuba analizó las prácticas cotidianas masculinas en tiempos de covid-19.

Estructurado en cuatro debates, con una sesión semanal, el Primer Coloquio Online Masculinidades en desafío. La cuarentena y el reto para los hombres recibió casi medio millar de intervenciones de unas 136 personas, procedentes de México, Ecuador, Nicaragua, República Dominicana, Suiza, Estados Unidos, España y Cuba.

 

Más acciones de la Riam

Además del Primer Coloquio Online Masculinidades…, la Riam realiza otras acciones en medio de la actual situación sanitaria nacional, entre la que figuran la publicación en sus redes sociales de una serie de audiovisuales de bien público llamada ¿Qué harías tú?, cuyo énfasis es en los hombres y su responsabilidad social ante la covid-19.

De conjunto con el Proyecto Sociocultural Cabildo Quisicuaba emprenden desde abril la iniciativa 100 % solidarios, que entrega comida a adultos mayores en el barrio Los Sitios, en el municipio habanero de Centro Habana, y desde hace algunas semanas comenzó la entrega gratuita de frutas a domicilio, sobre todo mangos, iniciativa que han denominado #TeRegaloMisMangos como ejemplo de solidaridad.

 

La iniciativa fue impulsada por la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades (Riam), con apoyo de la Cátedra de la Mujer de la Universidad de La Habana, la investigadora Maite Díaz, el proyecto TODAS y Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación.

Y propició reflexiones que fueron desde “la identificación de problemas, hasta la proposición de acciones concretas”, dijo a la Redacción IPS Cuba el historiador Julio César González Pagés.

El fundador y actual asesor de la Riam comentó que en el coloquio participaron académicos, académicas, artistas y activistas de 20 instituciones y organizaciones nacionales e internacionales, incluidas varias universidades y proyectos locales.

Además, afirmó que el equipo de trabajo “está satisfecho” y comprobó que “eventos con esta modalidad son viables, sobre todo para potenciar el intercambio entre jóvenes que utilizan mucho las plataformas virtuales”.

“Con la valiosa información recopilada en las cuatro sesiones sobre las realidades que viven los hombres en diversos escenarios se publicará en un informe, paso previo a la realización de futuras iniciativas”, anunció el investigador.

El primer Coloquio Masculinidades en desafío… tuvo lugar cada jueves desde el 30 de abril hasta el 21 de mayo, sobre las prácticas cotidianas de los hombres en el actual contexto sanitario y sus respuestas al llamado de quedarse en casa para evitar la propagación de la covid-19.

A continuación, la Redacción IPS Cuba resume los temas analizados en cada una de las sesiones del coloquio.

¿Hombres en casa?

  • Actitudes violentas en hogares y espacios públicos.
  • Conductas irresponsables asociadas al incumplimiento de las medidas para prevenir la covid-19, entre ellas no usar mascarilla o portarlo de forma incorrecta.
  • Poca implicación en labores domésticas y de cuidados.
  • Exposición a riesgos innecesarios, e incluso, tendencia a delinquir para cumplir con el mandato social de ser el proveedor del hogar.
  • Ser víctima (o victimario) de la violencia homofóbica, que se multiplica en algunas familias en condiciones de aislamiento.
  • Manifestaciones de vulnerabilidad de los hombres adultos mayores que viven solos, a algunos que han sido expulsados de sus hogares.
  • Ante un mayor tiempo de convivencia de hombres agresores con sus familias aumenta el riesgo de violencia contra las mujeres y las niñas.
  • Consumo desmedido de bebidas alcohólicas en espacios públicos y privados.

¿Padre es cualquiera?

  • La cuarentena posibilita una mayor cercanía de los padres con sus hijos e hijas, pero si los progenitores no tienen configurada una paternidad afectiva y dialogante, la relación puede ser distante, tóxica y hasta violenta.
  • El tema económico es muy relevante en las dinámicas y socialización de las masculinidades, incluidas las paternidades.
  • ‎Un reto importante es mirar cómo se viven las paternidades en hogares pobres, cuyas principales fuentes de ingresos proceden del sector informal y cómo es en aquellos hogares con más estabilidad económica.
  • Algunos hombres adultos mayores que pueden calificarse como padres abandonados por su descendencia.
  • Muchos hogares aún se relacionan bajo patrones machistas en los cuales los padres apenas se comunican con el resto de la familia.
  • Las paternidades responsables implican la repartición equitativa de tareas hogareñas y de cuidado, pero también aspectos emocionales.
  • Reflexionar acerca de aquellos padres que no conviven con sus hijos e hijas por divorcios, separaciones u otras causas y que ahora ven afectado el régimen de comunicación que se ha determinado en tribunales o acordado entre la familia.
  • La homopaternidad tiene pendiente en el orden jurídico el reconocimiento del acceso a las parejas del mismo género a la adopción y técnicas de reproducción asistida.
  • Padres homosexuales enfrentan muchos prejuicios y discriminaciones para mantener un contacto estrecho con sus hijos e hijas.

    Varios criterios enfatizaron en la necesidad de que en el trabajo de sensibilización y creación de mensajes sean los mismos hombres quienes hablen a sus iguales para generar una mayor identificación. En esta imagen puede apreciarse la intervención de la investigadora Maite Díaz, especialista en temas de género y masculinidades.

Buenas prácticas y más

  • Existen experiencias de padres que, con creatividad, han creado juegos para estar más cerca de sus hijos e hijas.
  • Si bien se debe señalar lo negativo, igualmente se deben sistematizar y visibilizar las buenas prácticas de padres que durante la situación generada por la covid-19 cuidan responsablemente de su descendencia.
  • Compartir en las plataformas comunicativas más ejemplos de experiencias novedosas de participación en la dinámica familiar por parte de los padres.
  • Propiciar que los hombres sean quienes emitan los mensajes, porque las personas tienden a reflexionar más cuando un igual le muestra otras maneras de vivir la paternidad.
  • Propiciar mayor reconocimiento social y jurídico a las paternidades biográficas (no biológicas).
  • Generar espacios de intercambio donde se hable del cuidado y la cercanía emocional de la descendencia como un asunto de hombres y no exclusivo de las mujeres.

¿Qué dijeron sobre la violencia machista?

  • Las sociedades funcionan a partir de estructuras que violentan a todas las personas y encuentran mecanismos de reproducción en familias, escuelas, calles, medios de comunicación, agentes socializadores de los cuales los hombres aprenden sus conductas y prácticas agresivas.
  • La violencia machista se multiplica en épocas de crisis porque aumenta el tiempo de convivencia entre víctimas y agresores. Son más los conflictos y las tensiones, y el agresor puede tener una percepción de mayor impunidad cuando la sociedad en cierta medida está inmovilizadas por la covid-19.
  • La violencia contra las mujeres y las niñas se sustenta en las desigualdades en las relaciones de género y asimetrías de poder, que además encuentran tierra fértil para perpetuarse en mitos y estereotipos que la justifican, sobre todo cuando ocurre en los hogares.
  • Gritar, intimidar, golpear y hasta matar son manifestaciones de violencia asociadas a la necesidad que tienen los hombres de demostrar superioridad y reafirmar su masculinidad.
  • En la sociedad existe una tendencia a desvirtuar la violencia de género y confundirla con otras agresiones, muchas de las cuales sufren hombres y mujeres, pero no se sustentan en cuestiones de género.
  • Aunque no se les considera violencia de género, los hombres sufren presiones asociadas a los mandatos culturales de proveer de recursos específicos y económicos a las familias, tener rendimiento sexual sin importar situaciones de estrés o falta de deseo.

Recomendaciones para la prevención

  • Prevenir la violencia de género y educar a los hombres en otras formas de relación humana es esencial para su felicidad, pero además por el rol que desempeñan en la socialización de sus iguales, ya sea como padres, hermanos, tío, amigos, vecinos o colegas de trabajo.
  • Visibilizar la violencia de género a partir del uso de herramientas que favorezcan el entendimiento, sensibilización y compromiso de la diversidad de actores sociales.
  • Uso acertado de los medios de comunicación y el arte para reflexionar sobre las diferentes formas en que se manifiestan las agresiones machistas.
  • Trabajar con las mujeres para su empoderamiento y fortalecimiento de la autoestima.
  • Crear programas de trabajo con hombres para el desmontaje de la violencia de género.
  • Alentar a los hombres a ejercer el pensamiento y la reflexión crítica sobre sus estilos de vida.
  • Aprobar nuevas leyes que contribuyan a la igualdad de género.
  • Masculinidades solidarias y pacíficas son esenciales para lograr sociedades más equitativas y justas.

Masculinidades y salud, relación conflictiva

  • El tema de salud está relacionado con los abordados en los tres coloquios anteriores si se entiende en el término en toda su integralidad y no solo como ausencia de enfermedad.
  • Estadísticas mundiales y nacionales indican un mayor número de infectados y de muertes de hombres debido a la pandemia.
  • En Cuba la cifra de infectados se comporta similar entre hombres y mujeres, con ellos ligeramente con más casos confirmados. La brecha se verifica en la mayor cantidad de varones que mueren, en correspondencia con la tendencia global.
  • En relación con la salud, ser machista es un factor de alto riesgo para el propio hombre y su familia.
  • Los cubanos no suelen cuidar su salud y tampoco la de quienes le rodean.
  • La violencia generada por los hombres, incluida que ejercen contra mujeres y niñas, es también un problema de salud.
  • Al ser las mujeres las que, esencialmente, cumplen con el rol de cuidadoras, también se ven obligadas de cuidarse al menos un poco, en tanto deben ser sostén de la familia en ese aspecto.
  • La masculinidad hegemónica no solo influye en la despreocupación por la salud, sino en la conducta habitual de exigirse al límite en cuanto a cuestiones físicas y someterse a grandes riegos. (2020)

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