Nueva estrategia para preservar la diversidad vegetal de Cuba

La estrategia tiene en cuenta los Objetivos de Desarrollo Sostenible, así como recientes documentos nacionales e internacionales afines

La Palma corcho, es una especie exclusiva de Pinar del Río y es la única especie de la flora cubana declarada Monumento Nacional. Este fósil viviente de 150 millones de años de edad, ha sido incluido por especialistas en la lista de las especies en peligro crítico.

La Habana, 6 mayo.- Preservar la diversidad vegetal de Cuba, promoviendo la conversión,  restauración, uso sostenible de los recursos vegetales y el desarrollo sostenible de la nación mediante la colaboración interinstitucional y la participación social es la misión de la Estrategia Cubana para la Conservación de Plantas 2023-2030.

La estrategia nacional va a regir la conservación de las plantas del país hasta 2030, destacó Carlos Manuel Pérez,  director del Jardín Botánico Nacional (JBN) y presidente de la Red de Jardines Botánicos de Cuba.

Agregó que la estrategia recoge las “metas que nos trazamos los botánicos del país acerca de qué va a pasar con las plantas, la conservación, las especies amenazadas,  cómo se van a conservar las que están dentro de los jardines botánicos y en áreas protegidas, cuáles son las temáticas educativas y a cuáles metas queremos llegar en el futuro”.

Este documento programático es un marco desarrollado por el Grupo de Especialistas de Plantas Cubanas, un equipo asesor adscrito a la Comisión para la Supervivencia de las Especies/Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (CSE/UICN),  destinado a abordar la preservación de la diversidad vegetal en Cuba.

El grupo asesor está compuesto por profesores, investigadores, conservacionistas, la mayoría cubanos, de universidades, centros de investigación y otras entidades relacionadas con la conservación y la sociedad civil.

Según indica su introducción, la conservación de plantas enfrenta diversas amenazas a nivel mundial: la destrucción del hábitat, la deforestación, el cambio climático, las especies invasoras, la sobreexplotación, la contaminación, las enfermedades y los cambios en el uso del suelo.

“Estas amenazas están llevando a la pérdida de diversidad impactando negativamente en ecosistemas y en la supervivencia de especies”, por lo que abordar estos asuntos “requiere estrategias de conservación que incluyan la preservación de hábitat, prácticas de uso de suelo sostenibles, gestión de especies invasoras y mayor conciencia global sobre la importancia de conservar la diversidad vegetal”, destaca el documento.

De acuerdo con Alejandro Palmarola, al frente del Jardín Botánico Quinta de los Molinos, la última Lista Roja de la flora de Cuba, resultado de la Red de Jardines Botánicos, reporta que en el archipiélago existen unas 7 500 especies y de ellas, más del 50 por ciento está amenazada, por factores ambientales, naturales –debido a que la flora de las islas es muy vulnerable-, y también la actividad humana.

La nueva estrategia, que da seguimiento a la de 2010, contó en su elaboración con un amplio equipo, desde los ministerios de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Agricultura, Educación, Educación Superior, Red Nacional de Jardines Botánicos, Sociedad Cubana de Botánica y las comunidades en un proceso facilitado por el Grupo de Especialistas de Plantas Cubanas (CSE/UICN).

Con cuatro objetivos y 23 metas, la estrategia comprende 88 acciones a desarrollar hasta 2023, de las cuales 38 ya están en proceso.

La estrategia no solamente involucra a los jardines, sino también a los ministerios y otras instituciones que tienen compromisos a nivel nacional para esta temática y está enlazada con las estrategias nacionales de biodiversidad, de educación ambiental y de conservación de los recursos naturales, así como con los programas nacionales afines.

Red de jardines

La Red Nacional de Jardines Botánicos está conformada por los 12 jardines botánicos que existen en Cuba. Fundada en 1992 y presidida por el Jardin Botánico Nacional, gestiona el intercambio de conocimiento entre todas las instituciones del país.

Recientemente, en un encuentro de la red, se conocieron de nuevas experiencias, entre ellas, la Quinta de los Molinos, una pyme estatal, una forma de gestión diferente; el Jardín Botánico universitario de Soroa; y el de Pinar del Río, adscrito al Ministerio  de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente.

“Son tres esquemas completamente diferentes, con experiencias y resultados no solamente económicos, sino también académicos, científicos y sociales, muestra de todo lo que pueden tener los jardines botánicos en el país”, dijo el directivo.

Esta reunión analizó “cómo nos vamos a aliar entre todos, cuáles son los objetivos comunes que estamos tratando de desarrollar, eso es lo más lo más importante”, destacó.

“Esta reunión se trata no solamente de identificar los problemas, sino también de dar una respuesta propositiva de que los jardines nos comprometemos a hacer cosas, de coordinar acciones posibles para hacer”, destacó Palmarola.

Además de la estrategia, entre los temas debatidos en el encuentro figuraron las pautas para el incremento de los visitantes y los ingresos, avances, retos y oportunidades; las fuentes nacionales de financiación, estudios taxonómicos de la flora cubana y agenda para la educación por la conservación.

El análisis también incluyó una identificación de posibles proyectos multiinstitucionales y acerca de las necesidades de producción de plantas nativas para restauración, arbolado y el mantenimiento de las colecciones y la producción cooperada entre el JBN y la iniciativa de paisajismo y jardinería Ecomundo.

(2024)

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