La permacultura: modo de vida de una agricultora cubana

Para Ivonne Moreno la permacultura va más allá de producir alimentos, la asume como una conexión directa con la naturaleza.

Jorge Luis Baños 16 junio, 2024

A partir de la siembra de decenas de especies de frutales, hortalizas, tubérculos, plantas aromáticas y medicinales, además de arbustos y árboles maderables, la agricultora Ivonne Moreno transformó la Finca La Luisa, en el municipio Cotorro, en un proyecto de referencia en la práctica de la permacultura en La Habana. Foto: Jorge Luis Baños/ IPS Cuba

Cuenta Moreno que desde la infancia comenzó su conexión con la finca de 0,7 hectáreas, adquirida por uno de sus tatarabuelos en 1878. Ella decidió asentarse definitivamente en esa propiedad familiar en 2010, desde entonces, asumió la permacultura “como una ideología de vida, con una conciencia de cuidar el medio ambiente”, asegura. Foto: Jorge Luis Baños/ IPS Cuba

Pendiente de aprobación, un proyecto de desarrollo local permitirá estancias en La Luisa para aprender sobre las prácticas de la permacultura. Los ingresos de esa iniciativa facilitarían hacer más sostenible la explotación de la finca. Foto: Jorge Luis Baños/ IPS Cuba

Moreno sueña con construir un biodigestor en su finca, además de instalar molinos de viento, paneles solares, estanques para peces y aljibes para almacenar el agua de lluvia. Foto: Jorge Luis Baños/ IPS Cuba

En la finca existe más de un centenar de colmenas de abejas meliponas –especie sin aguijones– que favorecen la polinización, aportan miel, polen concentrado (conocido como pan de abeja) y cera. Foto: Jorge Luis Baños/ IPS Cuba

El alto valor nutricional, medicinal y cosmético de los productos derivados de las colmenas de abejas meliponas se redobla ante la escasez de materias primas que afecta a las industrias alimentaria, farmacéutica y cosmética en Cuba. Foto: Jorge Luis Baños/ IPS Cuba

Entre otras responsabilidades, la agricultora de 51 años se dedica a cultivar “frutas en peligro de extinción”. De ellas, el chayote (Sechium edule) se destaca por sus propiedades antioxidantes, el alto contenido de vitaminas y minerales, además de fibras con muy pocas calorías. Foto: Jorge Luis Baños/ IPS Cuba

Aunque la producción de La Luisa se destina principalmente al autoconsumo, también se venden los excedentes de frutas y miel. A la vez, algunos productos se donan a infantes con cáncer y a casas de niñas y niños sin amparo filial, explica Moreno. Foto: Jorge Luis Baños/ IPS Cuba

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