La Habana, 16 jun.- Reflexiones, recomendaciones y alertas contiene el libro Bienestar psicológico de niños, niñas y adolescentes, una selección de artículos sobre crianza positiva para madres, padres y cuidadores publicada con apoyo de la representación en Cuba del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Compilado por la psicóloga Roxanne Castellanos Cabrera, profesora de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana, este material aproxima al ejercicio positivo de la parentalidad desde una visión cubana, cercana a la cotidianidad y al contexto, explicada desde un lenguaje llano y accesible, indica el prólogo.

Según la introducción, el volumen presentado recientemente en el Centro Memorial Martin Luther King, en Marianao, La Habana, “pretende ser un apoyo a madres, padres y cuidadores para criar y educar a los niños, niñas y adolescentes a su cargo desde un enfoque de buen trato y crianza positiva”.

La pandemia, reto y oportunidad

En la presentación, la autora señaló que, junto a lo negativo, la pandemia aportó algunas cosas buenas. “Una de ellas son las alianzas que hicimos, los modos nuevos en que construimos fuentes de trabajo para hacer diferente, que tenían que ver con ayudar a nuestra población de diferentes maneras, y el libro es un resultado tangible de eso”, apuntó.

Castellanos se refirió al surgimiento del texto, a partir de los grupos de apoyo mediante Whatsapp creados durante la pandemia y que, el caso específico de Crianza respetuosa, que ella conduce, tomó vida propia y se mantiene hoy, con textos, infografías, audios y sesiones de intercambio semanales en Telegram y contactos por Whatsapp.

“En aquel momento de la pandemia, donde se desestructuró por completo la vida de los niños y sufrimos el impacto de lo que representó el confinamiento, no hubo grupo poblacional que lo sintiera más que el infantil”, consideró.

A su vez, destacó que quienes cuidan a infantes “la tuvieron muy difícil con la sobrecarga en cuanto a todos los roles que había que afrontar y el miedo que teníamos por todo lo que estaba pasando, no solo por las emociones negativas que hubo que enfrentar, sino también el peso de la tensa situación de la economía, que permanece hoy”.

La profesora mencionó también a las posibilidades de la virtualidad y el reto que supuso aprender y cambiar, incluso, de la manera tradicional en que la psicología atendía a las personas: el intercambio cara a cara e individual pasó a hacerse a distancia y en grupos.

Llegar a donde más se pueda

El libro, dijo la autora, pretende llegar a todo el que se pueda y tiene una versión preciosa, casi idéntica, en formato virtual, que las personas pueden pasar unas a otras y que es, a su vez, un puente al proyecto en Telegram.

Entre los temas del libro, publicado bajo el sello editor Educación cubana, están el lenguaje del amor, abuelos y abuelas, castigos, tolerancia y enfoque de género.

Según apuntó, el volumen se propuso tocar aspectos medulares en la crianza, hasta algunos que “no son de los más recurrentes en cuanto a lo que preocupa a la familia, pero sí intencionados por la importancia en la crianza”, de acuerdo con un balance temático.

Uno de los capítulos, “Padres inmigrantes vs. hijos nativos”, dedicado a las tecnologías digitales, alerta sobre el hecho de que los hijos “sean nativos digitales no elimina sus vulnerabilidades psicológicas frente al uso de las tecnologías”, ni libera a los padres de la responsabilidad de velar por que este fenómeno no dañe su salud mental.

Al respecto, la autora enfatizó en que “todos, niños, adolescentes, padres, maestros, sociedad en general, debemos tener claridad acerca de la imprescindible necesidad de ganar mayor cultura sobre estos temas. La información es también un modo de prevenir afectaciones del bienestar psicológico de nuestros hijos”.

La psicóloga recalcó la importancia de trabajar con las vivencias y señaló que, aunque varias personas educadas con golpes alegan que eso no les dejó huellas, en algún punto reconocen “secuelas emocionales por los maltratos de la infancia”.

Con este libro, Unicef en Cuba persigue que madres y padres “estén más atentos al bienestar psicológico de sus hijos e hijas”, acotó Castellanos.

Agregó la especialista que el texto invita a aplicar “estrategias de crianza positiva para establecer vínculos afectivos, asertivos, sólidos y libres de violencia, definir límites que permitan el pleno desarrollo del niño, potenciar sus capacidades y ofrecer reconocimiento y orientación desde el respeto de sus derechos”.

Crianza positiva

Durante la presentación, Tamara Roselló, especialista en comunicación para el cambio social y el comportamiento en Unicef Cuba, presentó cápsulas audiovisuales que forman parte de la campaña #Mídete, dirigida a prevenir la violencia en la adolescencia.

La iniciativa se enfoca en tres elementos fundamentales: la violencia de género y la prevención de la violencia sexual, la prevención de ese fenómeno en los entornos digitales y la promoción de una crianza positiva, libre de maltrato.

Entre los temas de los 10 cortos, dijo Roselló, se incluyen la educación para la inclusión, el uso de las tecnologías, reflexiones sobre experiencias de crianza, el amor, el diálogo, la confianza y las normas, entre otros, filmados a partir de experiencias de familias de San José de las Lajas, en Mayabeque, al este de La Habana. (2022)