Nuevas comunidades energéticas y soberanía alimentaria crecerán en Cuba

El proyecto Línea Verde reafirma mediante prácticas sostenibles el compromiso de AICS con mejorar la calidad de vida de las comunidades locales en Cuba.

Con sus resultados en los componentes energético y nutritivo, el proyecto piloto Línea Verde, contribuirá, además, a centros asistenciales como hogares maternos, escuelas y círculos infantiles.

Foto: Archivo IPS Cuba

La Habana, 7 mar.- Para beneficiar desde la ciencia y la innovación a diferentes zonas del occidente del país se ha puesto en marcha el proyecto de cooperación internacional “Línea Verde-Comunidades energéticas renovables y soberanía alimentaria en Pinar del Río”, financiado por la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS).

La iniciativa se ha trazado con la participación de varias entidades nacionales como el Centro de Investigación en Plantas Proteicas y Productos Bionaturales (CIPB), el Ministerio de la Agricultura, el Instituto de Investigaciones Agroforestales y el Grupo Empresarial Agroforestal.

Mientras que del panorama internacional se involucra la organización no gubernamental ARCS Arci Culture Solidali.

Ante la creciente demanda de energía, así como de productos de alto nivel nutricional en Cuba, el proyecto pretende reducir la vulnerabilidad, y promover un mayor grado de resiliencia de las comunidades locales.

Línea Verde persigue garantizar la autosuficiencia energética con una fuerte estrategia y un amplio programa de acciones en los municipios habaneros de La Lisa y Playa, así como en los pinareños Los Palacios, Guane y Mantua.

Línea Verde también generará empleo para los habitantes de las comunidades identificadas. (Foto: Cortesía de Lorenza Strano, AICS)

 

Energías renovables

La idea es utilizar los productos de la Empresa Macurijes para generar energía eléctrica mediante tecnología de gasificación, la cual será usada por la propia unidad, pero también por la población local. Dicha entidad estatal dedicada a la actividad agroforestal lleva cerca de 10 años inclinando su producción hacia la energía renovable.

“La transformación de la madera de un árbol genera alrededor de un 48 % de material en forma de aserrín y viruta, entre otros derivados, que no se aprovechan”. Explica Gustavo Carbonell, Coordinador Nacional del Componente 1 del proyecto.

 

La financiación total del proyecto asciende a 3 millones de euros destinados a la nutrición y la energía.

(Foto: Cortesía de Lorenza Strano, AICS)

Por tanto, agrega: “Línea Verde propone transformar todo este residuo en un biocombustible sólido para soportes tecnológicos donde ocurre una combustión completa y como resultado se obtienen cenizas y un gas combustible”.

Con las cenizas como elemento de los biofertilizantes se cierra la cadena de valor. Mientras que el gas resultante, después de ser mejorado en cuanto a su limpieza, se utilizaría en un motor de combustión interna similar a un grupo electrógeno o una planta energética, y daría como resultado energía eléctrica generada.

Cuando el Sistema Eléctrico Nacional ha colapsado por diferentes razones, se ha ido recuperando mediante islas energéticas, circuitos que empiezan a generar electricidad con una fuente propia. Es lo mismo que se logrará en los poblados Combate La Tenería, Kilómetro 9 y Kilómetro 13 del municipio Guane.

Una gran ventaja de este biocombustible sólido es que puede ser almacenado y en momentos críticos, como por ejemplo los que enfrenta la provincia de Pinar del Río en la temporada ciclónica, habría una reserva.

Asimismo, el plan incluye dentro de sus objetivos específicos contribuir a otras fuentes renovables de energía como la solar. En esta ocasión será instalada para garantizar el sistema de bombeo de agua de la población pinareña.

 

Soluciones para la seguridad alimentaria

Hoy en día, por la carencia de combustible, gran parte de las localidades donde trabajará el proyecto no disponen ni de leña, precisamente porque no hay diésel para los camiones encargados de trasladarla desde el bosque hasta las comunidades.

En ese sentido, otro de los objetivos específicos es crear equipos para consumir los biocombustibles para la cocción de alimentos tanto en minindustrias como de la propia población.

Al mismo tiempo este programa promueve la nutrición sana. Según el director del Proyecto Moringa del CIPB, Jorge Luis Santander: “Se busca contribuir a la seguridad alimentaria enfocándose en el desarrollo de la cadena de valor de la Moringa y otras plantas proteicas”.

El también codirector de Línea Verde, explicó en conferencia de prensa que la misión es aumentar la capacidad técnico-productiva de la planta “El Pitirre” en el municipio Los Palacios.

“Disponemos de tres años para evaluar las tecnologías que vamos a comprar para el proceso de transformación de los biocombustibles. Además, en ese tiempo debemos crear una cultura en las comunidades para el uso de la energía eléctrica generada y fomentar el hábito de ahorro en aras de lograr un mejor uso de la misma”, afirma Carbonell.

Por su parte, la Universidad de Pinar del Río será la encargada del asesoramiento técnico y profesional desde el territorio para la fuerza de trabajo vinculada a estas nuevas tecnologías.

Con sus resultados en los componentes energético y nutritivo, este proyecto piloto contribuirá, además, a centros asistenciales como hogares maternos, escuelas y círculos infantiles. (2025)

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