Estudio cubano alerta sobre la brecha entre agenda mediática y pública

Periodistas y comunicadores abogan por aprobar una Ley de prensa que regule la actividad en Cuba.

Una de las particularidades del sistema mediático en la isla caribeña es su alto grado de institucionalización, reveló un artículo científico, publicado en Alcance, revista cubana de prensa y comunicación, No. 13, 2017.

Foto: Jorge Luis Baños/ IPS

La Habana, 22 ene.- El alejamiento entre la agenda de los medios cubanos y los intereses públicos se constata, entre otros aspectos, en el recurrente tratamiento de temas en idénticos periodos del año y distintos medios de comunicación, analizó un artículo científico.

Se trata del trabajo “La brecha entre medios y públicos en Cuba. Pautas para un diálogo necesario desde la agenda setting”, que fue publicado en Alcance, Revista Cubana de Información y Comunicación, No. 13/ 2017.

Los autores, Viviana Muñiz, profesora de la Universidad de Oriente, y Yánder Castillo, periodista de la emisora Radio Baraguá, en Santiago de Cuba, reflexionaron sobre “una brecha que cada vez se acrecienta más entre agendas mediáticas y públicas”, en un país donde los medios son estatales por Constitución.

Ello condiciona que la principal fuente de información en los niveles nacional, provincial y municipal que asumen las personas para conocer acerca de la realidad que los rodea, no sea en primera opción los medios de comunicación, alertaron.

“¿Para qué leer el periódico, ver la televisión o escuchar la radio si la información está en la propia realidad?”, cuestionó el artículo

Anotan que una de las particularidades del sistema mediático en la isla caribeña es su alto grado de institucionalización y que es concebido básicamente como un aparato de propaganda.

Por ley, los medios se subordinan directamente al único Partido Comunista de Cuba (PCC), que dirige en términos políticos de orientación, control, ayuda y trabajo con los cuadros de dirección.

Ello, argumentaron Muñiz y Castillo, trae consigo una asimetría de poder en las relaciones de los medios con el sistema político, las instituciones estatales y la administración, y al menos con una parte de la sociedad.

Además, los conceptos de noticia y de servicio público se subordinan a la propaganda de actos, actividades superestructurales y efemérides; y los dirigentes de la gestión productiva y social se erigen como administradores de lo que se divulga, reduciendo el papel de los periodistas y cuadros de la prensa.

Al respecto, ofrecieron detalles de un estudio realizado en 2016, el cual reveló que las agendas mediáticas de medios impresos nacionales y provinciales priorizaban temas como reuniones, actividades institucionales y conmemoración de efemérides, en detrimento de asuntos que encabezan la agenda pública como el transporte, el acueducto o el servicio de las instituciones estatales.

La propia pesquisa demostró la existencia de altas correlaciones estadísticas entre esas agendas durante el mismo período, y que los asuntos más importantes se reiteraban durante años consecutivos.

Para superar tal disfuncionalidad en la relación entre el sistema político, los medios y la sociedad, los investigadores delinearon pautas que, en su opinión, deben propiciar  una transformación de la relación entre el sistema de medios y la audiencia en Cuba.

Recomendaron aprobar una política pública de comunicación que dote a los medios de comunicación de mayores posibilidades para conformar su agenda no solo a partir de indicaciones del PCC y el Gobierno, sino con un mayor compromiso con los públicos.

Asimismo, abogaron por actualizar el modelo de gestión económica y editorial de los medios, de sus rutinas productivas y fortalecer la cultura profesional de periodistas, editores y directivos.

Y propusieron replantear y fortalecer la relación con las fuentes de información de periodistas y ciudadanos. (2018)

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