2024: Crisis energética detiene el desarrollo de las TIC
El desarrollo sostenible de las TIC en Cuba está ligado a la estabilidad del sistema eléctrico, algo demostrado en 2024, el año de los primeros apagones nacionales.

La informatización de la sociedad como práctica institucionalizada y accesible para todos aún es una asignatura pendiente en Cuba.
Foto: Jorge Luis Baños/ IPS Cuba
El 2024 será recordado como el año de los apagones nacionales y las afectaciones al servicio eléctrico por “déficit de capacidad de generación”. Alrededor de ese “déficit”, se movió la vida cotidiana de la población y constituyó un freno al desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
Los continuos apagones afectaron la conectividad -mostrando la dependencia del sistema de comunicaciones del electroenergético-, la tan llevada y traída informatización de la sociedad, así como la posibilidad de realizar transferencias, pagar en línea o extraer dinero de los cajeros automáticos.
Muchas otras fueron las consecuencias para todos los ámbitos relacionados con las TIC en Cuba.
Este año estuvo plagado de retos estructurales. La conectividad desigual, las restricciones económicas externas y la falta de inversión en infraestructuras limitaron el potencial transformador de las TIC. Además, la centralización del control estatal sobre las plataformas digitales plantea interrogantes sobre la transparencia, la inclusión y la participación ciudadana.
A pesar del discurso optimista, el país enfrenta el desafío de traducir la transformación digital en beneficios concretos y equitativos para toda la población, garantizando que la tecnología sea una herramienta para el desarrollo integral y no una promesa vacía.
Conectividad en crisis
Las frecuentes interrupciones eléctricas afectaron severamente la infraestructura de telecomunicaciones, incluyendo antenas de telefonía móvil. Aunque el país debe contar con sistemas de respaldo energético, su capacidad es limitada, lo que resultó en caídas frecuentes de Internet.
Las personas usuarias de redes sociales u otros servicios en línea experimentaron pérdidas de conectividad prolongadas, y la calidad de la conexión disminuyó drásticamente. Esto obstaculizó también el teletrabajo y el acceso a servicios digitales como el sistema bancario y los pagos en la red de tiendas en divisas, donde no se permite efectivo, entre otros.
Según el informe Digital 2024: Cuba sobre tendencias, estadísticas digitales y redes sociales, elaborado por la agencia creativa especializada We Are Social y Hootsuite, Cuba tenía más de 8 millones de usuarios de Internet; y más de 6 millones estaban activos en redes sociales a principios de 2024.
Aquí el acceso a la conectividad sigue siendo restringido en comparación con otros países de América Latina, debido en parte a la deficitaria infraestructura de telecomunicaciones y los costos elevados de conexión respecto a los ingresos promedio.
Mientras, ETECSA, la única empresa estatal proveedora de servicios de Internet en Cuba, presentaba en la Feria Internacional de La Habana “nuevos servicios” bajo el eslogan “tu negocio ahora más digital”.

Informatización de la sociedad y gobierno electrónico
La informatización de la administración pública ha adquirido relevancia en Cuba durante los últimos años, reflejo de una tendencia global para optimizar la eficiencia gubernamental y mejorar la interacción con la ciudadanía.
Una nota de agosto de este año reseña la existencia de 263 portales digitales de gobierno en internet, que engloban entidades nacionales, gobiernos provinciales y municipales. Indica que, de 328 trámites y servicios identificados para personas naturales, 139 presentan “algún nivel de informatización”, lo que representa un incremento en más de 60 con respecto a 2022.
Sin embargo, el alcance real de estas plataformas es desigual por la falta de conectividad en zonas rurales, la limitada alfabetización digital y los continuos cortes eléctricos, que son más frecuentes y prolongados fuera de la capital. En otros casos, dichos sitios no están lo suficientemente actualizados ni funcionales.
Además, existen barreras culturales y normativas, como la resistencia de algunos funcionarios a compartir información pública, prevaleciendo una cultura del secreto. Aunque la Constitución cubana y otras regulaciones garantizan el derecho a la información, en la práctica, los ciudadanos tienen acceso limitado a datos como informes de auditoría y sobre la ejecución presupuestaria de los territorios.
En el ranking de Gobierno Electrónico de las Naciones Unidas de 2022 (el más actualizado), Cuba ocupaba el lugar 136 de 193, según su Índice de Desarrollo de Gobierno Electrónico.

Bancarización
Las autoridades cubanas han emprendido diversas estrategias para fomentar la bancarización, desde campañas mediáticas, bonificaciones hasta la orientación de cierre de servicios a establecimientos que no implementen las facilidades de pago electrónico.
En la sesión ordinaria de julio de 2024 de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento unicameral), la ministra presidente del Banco Central de Cuba, Juana Lilia Delgado Portal, presentó un análisis sobre el estado actual de la bancarización en el país.
Delgado identificó varios problemas que están obstaculizando el progreso de la bancarización, entre ellos la falta de regularidad en los depósitos de ingresos por parte de los actores económicos, la no implementación de plataformas de pago electrónico en muchos establecimientos, y la no aceptación de pagos electrónicos donde estas plataformas ya están disponibles.
Uno de los datos más alarmantes presentados es que solo el 3.77 % de las transacciones se realizan de manera digital, lo que significa que, por cada peso en efectivo en circulación, solo tres centavos se mueven a través de canales electrónicos. Además, se han detectado prácticas indebidas, como el uso de códigos QR vinculados a tarjetas personales en lugar de cuentas corrientes con fines fiscales, contribuyendo a un alto nivel de evasión fiscal.
El proceso de bancarización, promovido a través de plataformas como Transfermóvil y EnZona, también enfrentó retos significativos debido a los apagones. Estas plataformas dependen de la conectividad y del funcionamiento continuo de las redes eléctricas, por lo que las personas usuarias encontraron problemas recurrentes al intentar realizar pagos, transferencias y otras operaciones financieras.
Sin embargo, a inicios de diciembre, ETECSA celebraba los 1 200 millones de operaciones durante 2024, lo que representa “un 20 % mayor que lo registrado el año anterior”.
Las medidas tomadas, como la identificación y bloqueo de cuentas bancarias inactivas y la disminución de los límites de transferencias, buscan corregir estas deficiencias. Sin embargo, la efectividad de estas medidas es cuestionable. Las sanciones impuestas no siempre disuaden las prácticas irregulares, y la alta tasa de evasión fiscal sugiere que se necesitan enfoques más integrales y menos punitivos.

Informática 2024
La XIX Convención y Feria Internacional Informática 2024, celebrada en marzo en La Habana, se concibió como un paso importante hacia la transformación digital en Cuba. Bajo el lema «Por una sociedad digital», el encuentro reunió a más de 1700 participantes, incluyendo 72 expositores (22 de ellos extranjeros) de países como Alemania, Canadá, China y Rusia.
Ahí se abordaron temas clave como inteligencia artificial, ciberseguridad, redes 5G y la relación universidad-empresa en el ámbito de las TIC. Además, la feria ofreció un espacio para el intercambio entre especialistas y empresarios, consolidando alianzas estratégicas y exhibiendo productos innovadores tanto nacionales como internacionales.
La participación de autoridades cubanas manifestó la prioridad de avanzar en la digitalización del país y en utilizar las TIC para el desarrollo económico y social. También subrayó la importancia de involucrar a diferentes actores económicos, desde empresas estatales hasta trabajadores por cuenta propia, en la construcción de un ecosistema digital inclusivo y sostenible.
Ley de Comunicación Social
Publicada en junio de este año en la Gaceta Oficial de la República de Cuba, la Ley No. 162 de Comunicación Social aborda diversos aspectos relacionados con el ámbito digital, estableciendo un marco regulador para el uso de las TIC.
En cuanto a medios digitales y redes sociales, la ley establece directrices para la difusión de información, subrayando la responsabilidad de las personas y entidades en la veracidad de lo que comparten para evitar la propagación de noticias o información falsas que puedan causar daños a la sociedad.
A la par, enfatiza la importancia de la educación y la capacitación en el uso de las TIC para desarrollar habilidades digitales en la población, que le permita enfrentar los desafíos del entorno tecnológico contemporáneo.
Otro aspecto vital que aborda es la ciberseguridad. Incluye disposiciones específicas para proteger las infraestructuras tecnológicas del país y prevenir ataques cibernéticos que puedan comprometer la seguridad nacional.
También se enfoca en aspectos esenciales del ejercicio del periodismo en Cuba, incluyendo a la prensa extranjera, además que veta a los medios independientes (2024)
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