Medicamentos en Cuba, entre carencias y urgencias
La oferta de medicamentos se suma a las áreas más urgidas de atención en las condiciones de vida de la población.
Desde el propio triunfo de la revolución cubana, el gobierno declaró el derecho de toda la población al acceso a un sistema de salud pública gratuito y universal. Este es, sin dudas, uno de los mayores logros sociales y una de las conquistas más importantes que ha caracterizado al sistema social cubano. Para hacer efectivo los propósitos de universalidad y gratuidad en 1961, se fundó el Ministerio de Salud Pública y en 1969 se creó el Sistema Nacional de Salud.
Un pilar importante en todo este proceso, ha sido la producción nacional de medicamentos como complemento al sistema. En la década de los 80, surgió la industria biotecnológica en el país, cuyo propósito fundamental fue, justamente, proveer al sistema nacional de salud.
El desarrollo alcanzado, tanto en la producción nacional de medicamentos tradicionales como en la rama biotecnológica, ha sido amplio y goza de reconocimiento dentro y fuera de Cuba. Se cuenta con medicamentos autóctonos, vacunas preventivas y terapéuticas, entre otros, de probada efectividad. La medicina natural también ha ido ganando espacio y reconocimiento.
Escasez recurrente
Más allá de los avances, es un hecho, que hace algunos años se padece de una recurrente escasez de medicamentos básicos, como analgésicos, antibióticos, antihistamínicos, los cuales se emplean de manera frecuente por la población. En igual situación se encuentran otros utilizados para tratamientos de enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes, asma y afecciones cardiovasculares.
“Tenemos total claridad del problema. Lo estamos enfrentando y, dentro de la compleja situación financiera que atraviesa el país, el Gobierno está adoptando decisiones para priorizar la importación y producción de medicamentos”, expresó en el espacio televisivo de la Mesa Redonda el Dr. José Ángel Portal Miranda, Ministro de Salud en julio de 2020.
Entre las causas fundamentales del desabastecimiento se señalan, la falta de materias primas y otros materiales para garantizar la producción nacional, por el recrudecimiento del bloqueo y también por la crisis financiera del país; la imposibilidad de realizar transacciones bancarias para pago a proveedores a causa del bloqueo; el cierre de las plantas productoras en China por problemas de contaminación ambiental, mercado donde se adquiere la mayor cantidad de excipientes utilizados en las formulaciones y afectaciones con las navieras habituales, provocando excesivos tiempos logísticos.
Dicha realidad se complejiza por la difícil situación epidemiológica que vive el país en medio del azote de la covid-19, que implica que buena parte de los recursos del sistema de salud tengan que movilizarse para combatir esta pandemia. Se cuenta con estrategias y voluntad para solucionarlo, sin embargo, las carencias perduran y con ello las insatisfacciones de la población.
Las cifras disponibles en el Anuario Estadístico de Cuba, publicado por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información, muestran una contracción sensible de la producción de medicamentos y la importación de materias primas con este fin entre 2014 y 2017, y no se publican datos para 2018 y 2019.
Alza de precios
El proceso de ordenamiento monetario, en marcha desde el 1ro de enero del presente año, implicó el incremento de los precios de los medicamentos que se expenden en la red de farmacias, exceptuando aquellos asociados a enfermedades crónicas con tratamientos permanentes, productos de medicina natural y tradicional y los de óptica.
La medida de incrementar los precios de los fármacos, si bien se corresponde con el propósito de eliminar los subsidios de los productos y transitar a un esquema de subsidios a personas, ha generado amplia polémica en la población. Y es que, los precios se multiplicaron considerablemente, como por ejemplo el de la aspirina, analgésico de uso común, que pasó de 10 CUP a 71CUP CUP (Cubadebate 16/02/21).
La preocupación ciudadana derivó en un análisis profundo de las indicaciones y pautas de uso de cada fármaco por expertos y autoridades competentes del sistema de salud quienes propusieron modificaciones al Ministerio de Finanzas y Precios . Como resultado, se aprobaron los siguientes cambios:
- 37 medicamentos retoman los precios minoristas anteriores al ordenamiento ya que, aunque no están dirigidos a tratamientos de enfermedades crónicas, requieren varias dosis diarias, e incluso pueden emplearse más de una vez al año. Por ejemplo: los anticonceptivos orales y el Aciclovir (tabletas y ungüento) que se emplea para diferentes tipos de herpes.
- otros fármacos experimentarán una disminución de precios de entre un 15 y un 41 por ciento entre los que se incluyen varios antibióticos, vitaminas y antiparasitarios.
- Disminuir el precio a cuatro medicamentos por sus altos precios y por requerir el uso de altas dosis o tratamientos relativamente prolongados: Factor de Transferencia bulbo; la Inmunoglobulina Humana, el Cloruro de Sodio Hipertónico 5 por ciento ungüento oftálmico, y el Truabin (Vitaminas B1, B6 y B12 inyectable).
Todas estas medidas, implican mantener parte del subsidio a medicamentos lo cual tiene un impacto en el presupuesto del estado en más de 40 millones de CUP. La Ministra de Finanzas y Precios, Meysi Bolaños, explicó que las personas que aún con estas modificaciones presenten dificultades para la adquisición de medicamentos, deberán acudir al Sistema de Asistencia Social para recibir la adecuada protección.
Prioridades necesarias
Sin dudas, estas correcciones tienen un impacto positivo en los ingresos reales de la población. No obstante, el problema mayor sigue siendo la inestabilidad del surtido en la red de farmacias, y la ausencia prolongada de productos básicos.
Durante años, la alimentación, la vivienda y el transporte, se han identificado como las tres áreas más urgidas de atención en las condiciones de vida de la población. En los últimos tiempos, la crisis de los medicamentos se suma a esta triada, tensionando a una población aquejada de carencias múltiples por la escasa oferta de bienes. Esta situación, resulta quizás menos visible, pues el consumo de fármacos no tiene necesariamente la misma frecuencia que el de alimentos, por ejemplo, pero es una situación sumamente compleja y sensible, cuya solución urge.
Ante la escasez recurrente, las personas han ideado variantes diversas, como: grupos de trueque de medicamentos en plataformas on-line como WhatsApp y Telegram donde se intercambian fármacos por fármacos, por alimentos u otros bienes; publican sus necesidades en redes sociales y se apela a la solidaridad entre amigos y conocidos; y en no pocas ocasiones, acuden al mercado negro donde inescrupulosas personas expenden a precios exorbitantes medicamentos altamente demandados. Estos paliativos no son ni ideales ni sostenibles en el tiempo.
Uno de los pilares del sistema de salud cubano ha sido siempre la atención primaria, ya que es en este eslabón donde se evitan complicaciones mayores. La ausencia de medicamentos como los antibióticos, por ejemplo, está generando situaciones evitables con tratamientos oportunos.
Conscientes del esfuerzo en términos de recursos financieros que implica para una nación como Cuba, el combate a la covid-19, y en un escenario de crisis económica y recrudecimiento del bloqueo previos a la pandemia, se desea visualizar esta problemática y enfatizar la necesidad de priorizar la producción nacional y la importación de medicamentos dentro de la nueva estrategia económica y social vigente. (2021)
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