Este producto periodístico forma parte de la cobertura especial Nuevos actores económicos y desarrollo local en Cuba (2023-2025) #DesarrolloLocalParaCrecer

La Habana, 28 nov.- Aunque emprendimientos como Mundo de Cristal y Devuelta, de la capital cubana, le dan un uso utilitario y artístico a botellas y otros envases a través del reciclaje de vidrio, en el país se desecha muchísimo este material.

Si bien desde la década de 1960 existe en la nación caribeña un sistema empresarial para la recogida de residuos, cada día van a los contenedores todo tipo de artículos que pudieran ser aprovechados en la industria del reciclaje como papel, cartón, textiles y vidrio.

Hasta el momento no se aplica en el país ningún mecanismo de clasificación de origen de los desechos ni funciona una cultura del reciclaje.

Otras experiencias de reciclaje en el sector privado cubano La mipyme privada Enernova SRL, de la occidental provincia de Matanzas, reutiliza residuos sólidos como vidrio y plástico, con un enfoque de educación ambiental y alianzas colaborativas. El emprendimiento Ciclo Ecopapel, creado en La Habana por Yunairy Estrada, se destaca por su compromiso con la sostenibilidad y el reciclaje, al ofrecer artesanías amigables elaboradas con papel reciclado, sin el uso de sustancias químicas ni aglutinantes artificiales.

Las normas vigentes, algunas de hace seis décadas, y las nuevas regulaciones sobre los recursos naturales apuntan a potenciar el reciclaje y la protección del entorno. Sin embargo, se necesitan inversiones y educación ambiental.

En vigor desde el 11 de marzo de 2024, la Ley 150, del Sistema de los Recursos Naturales y el Medio Ambiente tiene como objetivo principal regular las acciones del Estado, la ciudadanía y la sociedad para garantizar la implementación y el funcionamiento de la gestión medioambiental y económica sana y sostenible.

Según el subdirector de Inversiones y Desarrollo de la Dirección Provincial de Servicios Comunales de La Habana, Hermes Tomás del Toro, casi todos los proyectos de esa entidad estatal se orientan a generar electricidad, aprovechar gases y reciclar varios materiales como plástico y vidrio.

Sin embargo, hasta julio de 2024, solo la acumulación de basura en la capital cubana, con más de dos millones de habitantes, alcanzaba los 30 108 metros cúbicos diarios, provenientes sobre todo de domicilios y entidades económicas vinculadas a los servicios.

Desde el emprendimiento y la gestión privada se impulsan prácticas que se acercan a los paradigmas de la economía circular, que promueve la reutilización y el reciclaje de materiales y productos todas las veces que sea posible para crear un valor añadido, con beneficios para la economía doméstica y la higiene ambiental.

 

Cristales para todo el mundo

Mundo de Cristal es un emprendimiento nacido durante la covid, en el municipio de Diez de Octubre, por iniciativa de la pareja conformada por Neidys Nieto, de 58 años, y Víctor Aleaga, de 57 años.

Él era albañil de excelencia, detallista y celoso de la calidad. Intentó volver a trabajar tras sufrir el coronavirus pero no pudo: quedó hipertenso y sin fuerzas. Entonces se dedicó a reparar sombrillas, lo hacían muy bien, “pero no daba para mantener una casa”.

Cuenta que un vecino, conocedor de la habilidad de sus manos, le propuso dedicarse a hacer vasos artesanales, de botellas recicladas.

Según Nieto, en los inicios fue todo muy rudimentario: hacían los cortes y lijaban a mano. Era difícil, pero no desistieron. Empezaron regalando vasos a los vecinos, y luego, ante la aceptación, produjeron para venderlos.

Apunta que, con el propósito de mejorar el proceso manual, su esposo buscó un motor de lavadora de uso, le puso un eje y creó su primera máquina de pulir. Para disminuir el polvo, le conectaron unos inyectores de agua: tubos de suero reciclados que permiten el goteo y así reducen el polvo, que es dañino para la salud.

Con el tiempo, “ha ido perfeccionando” sus máquinas, para humanizar y facilitar el pulido de los bordes, que marca la diferencia en las piezas que hacen, además de incrementar la productividad y la calidad, agrega la emprendedora.

En lo que antes fue un cuarto de lavado de la casa, la pareja tiene su diminuto taller. Allí se lavan, cortan, pulen y envasan los artículos de botellas transformadas, luego del debido control de calidad.

Trabajan los fundadores de Mundo de Cristal, dos aprendices (mujeres jóvenes que realizaban labores del hogar) y un operario encargado de lavar los envases.

“Cuando se fueron los trabajadores que tenía, lancé una convocatoria abierta, escogí dos muchachas, que son más meticulosas”, explica Nieto, representante legal del emprendimiento familiar, donde se paga por producción terminada, según la norma.

Menciona que primero compraban las materias primas en el vertedero de La Habana. Ahora, las adquieren de un proveedor que cada semana les trae botellas que recopila de restaurantes y hoteles. Las más bellas y raras son convertidas en búcaros prácticamente exclusivos.

“Tenemos 23 tipos de vasos y cada uno lleva el nombre de la bebida que contenían originalmente las botellas. Por ejemplo, uno lo bautizamos 1925, por la cerveza Alhambra 1925, o Legendario, por el elixir homónimo, y también bomboneras, dulces y porta velas”, detalla Nieto.

La comercialización de la marca también evoluciona. Al respecto, explica que de vender en la moto, con un pequeño tráiler hecho de materiales reciclados, se unieron al proyecto Armonía y ahora venden en ferias, reciben pedidos de restaurantes, cafeterías, centros nocturnos e incluyen entre sus clientes a emblemáticos hoteles de La Habana.

“Casi no damos abasto”, resalta la creadora de Mundo de Cristal, que ya es una marca registrada y mantiene la calidad de sus terminaciones, prácticamente sin diferencia de los vasos industriales.

En la actualidad producen unos 100 vasos al día, una cifra que podrían incrementar para beneficio de muchas personas y del medio ambiente.

“Necesitamos el sustento económico, pero nos interesa que las personas puedan acceder a estos productos porque están escasos o muy caros. Si tuviéramos un local mayor, podríamos entrenar a más personas y producir más”, expresa el artesano mientras muestra las máquinas que no puede instalar por falta de espacio.

 

Devuelta, apuesta por el medio ambiente

Anibex Abreu, de 48 años y actriz de profesión, es la creadora de Devuelta, un proyecto de reciclaje creativo con envases de vidrio, iniciado hace tres años en el municipio habanero del Cerro.

“Como otros tantos emprendimientos en Cuba comencé durante la pandemia. Aunque soy actriz de profesión, el vidrio tomó posesión de mi vida. Siempre tuve mucha conexión con ese material y lo escogí para emprender porque es fácil de encontrar”, revela.

Además señala que el vidrio no es contaminante, “puede reciclarse infinitas veces sin perder sus propiedades, es limpio, inodoro, no desprende partículas, como sucede con el plástico”.

“Es mucho lo que se emplea en tecnología y en energía para fabricar botellas, entonces, si las recupero y reutilizo, le estoy dando nuevas oportunidades de uso, una nueva vida. Mi emprendimiento se llama Devuelta porque les devuelvo la vida a estos envases de vidrio”, comparte.

De acuerdo con la creadora, el vidrio está hecho de piedra caliza, sosa cáustica y arena sílice, elementos que están en la naturaleza y que si se reciclan hay que explotar menos la naturaleza.

Devuelta acumula una gama de casi 40 productos, desde tazas de té, lámparas, porta inciensos, pebeteros, organizadores, cepillos, bandejas y jaboneras, entre otros.

“Mis productos son decorativos y utilitarios, a las personas les gustan mucho y eso me hace muy feliz. El cubano es cafetero y mis tazas de café han tenido muy buena acogida, junto con las de té y los sonajeros. Me he ganado un respeto y cada vez son más las personas que se acercan a mí para adquirir mis creaciones”, asegura.

A juicio de Abreu, “existe prejuicio con el vidrio reciclado, que se considera feo, porque estamos acostumbrados a ver vasos con muy mal acabado y que pueden cortarte, pero yo me enfoco en que mis productos tengan una factura artística y una estética por respeto a mí misma y a las demás personas”.

La creadora, que obtiene los envases mediante donaciones, trabaja “con resistencia eléctrica, banda y disco de diamantes. Existen tres maneras de cortar el vidrio. En los talleres enseño la más asequible en Cuba, con resistencia eléctrica y cuchillas de diamante. Pulo y desbasto con muelas y disco de diamante en máquinas de pulido al agua”.

Comenta que este trabajo requiere de agua todo el tiempo, para disipar el polvo y cuidar las herramientas, pero ella logra recircular el líquido y lo utiliza entre 10 y 15 días.

“Otra línea de Devuelta son los talleres, todos los meses, donde enseño a reciclar, a partir de técnicas básicas como los diferentes tipos de cortes, pulidos y desbastes. La idea es que cada participante lleve cualquier frasco de vidrio, que le sea significativo, y lo regrese a su casa con nueva vida”, concluye Abreu. (2024)