El saneamiento: clave para combatir el Oropouche en Cuba

Autoridades de salud y ciudadanía piden intensificar el saneamiento del país para eliminar los agentes transmisores del virus.

Los insectos que transmiten el virus de Oropouche habitan en escenarios marcados por la falta de higiene, tanto en espacios públicos como privados, explicó Francisco Durán, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública de Cuba.

Foto: Archivo IPS Cuba

La Habana, 29 may.- La confirmación médica de la presencia del virus de Oropouche en las provincias de Santiago de Cuba, en oriente, y Cienfuegos, al centro sur, aumenta los reclamos de autoridades del Ministerio de Salud Pública de Cuba (Minsap) y de la ciudadanía a los gobiernos locales para fortalecer las labores de saneamiento en el país.

En conferencia de prensa el pasado 27 de mayo, Francisco Durán, director nacional de Epidemiología del Minsap, informó que no se reportan hasta el momento casos graves, críticos ni fallecidos por la arbovirosis inédita en la nación caribeña, pero presente en la región de las Américas desde 2023.

“Los casos de Santiago de Cuba pertenecen a dos áreas de salud, una de ellas en el poblado de Boniato, en la cabecera (capital) provincial, y otro en el municipio de Songo-La Maya, y en ambos sitios, los enfermos han recibido atención médica y han evolucionado de manera favorable con una mejoría de los síntomas entre el tercer y cuarto día”, aseguró.

Además, confirmó la detección de personas infectadas por el virus en los municipios de Cienfuegos, Abreu, Rodas, Aguada y Cumanayagua, sin referir cifras de pacientes con diagnóstico, en estudio o bajo sospecha de padecer la enfermedad.

Sin embargo, el epidemiólogo puntualizó que se mantienen las investigaciones y la vigilancia por parte del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, “donde se encuentran los laboratorios de referencia del país”.

Qué saber sobre el Oropouche

Durán especificó que el virus de Oropouche se transmite por la picada de insectos hembras del género Culicidae (mosquitos) y Culicoides (jejenes), cuya presencia en Cuba todavía se investiga.

Refirió que el proceso de incubación dura de cinco a siete días entre la picada y la aparición de los síntomas: cuadro febril acompañado por dolores musculares, en las articulaciones y la cabeza. En ocasiones pueden presentarse vómitos y diarreas.

“Resulta de vital importancia que las personas con estos síntomas acudan de inmediato a los servicios de salud, aunque no existe un tratamiento específico para el padecimiento sintomático, solo el requerido para el cuadro antes descrito”, señaló.

Saneamiento para eliminar vectores

Por otra parte, resaltó que a diferencia del Aedes aegypti, agente transmisor de enfermedades como la fiebre amarilla, el dengue, el zika y el chikungunya, el Culicidae se cría en lugares donde se estanca el agua y en las albañales.

“El saneamiento es fundamental para combatir el Oropouche, pues por sus características suele aparecer en escenarios marcados por la falta de higiene en los espacios públicos y privados”, advirtió.

Y agregó: “Ante las condiciones climáticas de elevadas temperaturas crecen los criaderos y la hembra del mosquito Aedes aegypti se reproduce rápidamente, lo que origina, además, casos de dengue en el país, una enfermedad que desde el punto de vista clínico tiene mayores complicaciones que el nuevo virus”.

A juicio del director nacional de Epidemiología, “todo lo que se haga desde los servicios comunales y desde las campañas de lucha antivectorial es poco, porque también depende del saneamiento en cada hogar”.

Por último, hizo énfasis en que la presencia del virus de Oropouche en Cuba “no debe generar pánico en las personas”.

Alertas y acciones

Al opinar sobre el tema en un foro digital, el doctor Moisés Espirón señaló que “los especialistas debieron decir cómo la ciudadanía puede contribuir a cortar la cadena de transmisión”.

Respecto a la posibilidad de un contexto epidemiológico “altamente complicado” este verano, llamó la atención sobre “el estado higiénico de no pocas capitales provinciales, debido fundamentalmente a los altos volúmenes de desechos sólidos, en descomposición por las altas temperaturas, acumulados en las calles”.

A su juicio, “la situación de La Habana es particularmente crítica, pese a que no han comenzado las frecuentes lluvias propias de la temporada”.

Desde el pasado 12 de mayo, cuando se conocieron los primeros casos de síndromes febriles inespecíficos, en Santiago de Cuba “se intensificó la búsqueda activa en las áreas de salud y unidades hospitalarias del territorio, con el propósito de detectar personas con la sintomatología (fiebre, malestar general, pérdida del apetito y dolores musculares)”, reportó la prensa local.

Según la fuente, a la par de la asistencia médica y las orientaciones sobre las medidas higiénicas en los hogares y la comunidad, en ese territorio oriental se realiza el ejercicio Meteoro 2024, que incluye acciones de saneamiento de centros institucionales y concluye el 1 de junio, fecha de inicio de la temporada ciclónica en Cuba. (2024)

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