La Habana, 25 may.– Dialogar sobre la herencia africana en Cuba va más allá de retos virales o modas culturales. Así trascendió en las últimas dos semanas cuando un challenge lanzado en abril se volvió más popular, como parte de la conmemoración del Día de África este 25 de mayo.

De igual forma, en el mismo periodo se produjeron intensos debates sobre la discriminación racial en Cuba, a propósito de maneras de sumarse al reto por parte de algunas personas, que incurrieron en prácticas con un trasfondo ofensivo como la apropiación cultural y el blackface, como se conoce el maquillaje teatral de negro para personas blancas.

Una ilustración publicada en el perfil de Facebook del programa televisivo La Neurona Intranquila y un artículo publicado en un medio oficial, fueron calificados de racistas y también generaron polémica en redes sociales, en un país donde el debate racial se recluye a segmentos académicos, algunos proyectos culturales y un reducido activismo.

En los intercambios, participantes coincidieron en que más que un día para el festejo de identidad afro debiera dedicársele a discutir problemas pendientes sobre y para la comunidad afrodescendiente de la nación caribeña, además de aprender sobre cuestiones poco conocidas como la apropiación cultural y el tratamiento inclusivo y respetuoso.

Challenge africano: entre la popularidad y la polémica

Día de África Se celebra cada 25 de mayo y es una conmemoración que responde a la fundación, en 1963, de la Organización para la Unidad Africana, actualmente conocida como Unión Africana. La conmemoración de la fecha, más que una moda cultural, es un llamado para poner en relieve temas acuciantes para la comunidad afrodescendiente. La Unión Africana llama este día a reflexionar sobre los avances y las trasformaciones que han ocurrido en el continente y en la comunidad en general, además de venerar la “africanidad”.

Bajo el hashtag #ChallengeAfricano y #CaminoAlDíadeÁfrica, la Cancillería de Cuba y sus misiones en el exterior, promovieron un reto que se volvió viral en las plataformas digitales en la isla caribeña. Con la petición de publicar o enviar fotos y videos luciendo prendas africanas, la convocatoria promovía “celebrar por todo lo alto” la fecha y que se sumaran quienes “llevamos esa tierra en el corazón”.

Desde el 7 de mayo y durante tres semanas, decenas de fotos de personas con turbantes y otros atuendos de la cultura afro inundaron las diversas redes sociales.

Ciudadanía, artistas, deportistas, presentadores, influencers y personalidades de la cultura y la política en Cuba, mostraron sus imágenes en sus perfiles y páginas oficiales. Incluso funcionarios de varias embajadas cubanas y extranjeras también se sumaron al seguido challenge.

Por su parte, creadoras como Brenda Navarrete, lanzaron en su página oficial una convocatoria para homenajear no solo a la cultura afro sino a la Madre Tierra. La iniciativa consistía en enviar dos videos: uno donde se dijera “África” a toda voz y otro con la grabación de alguna acción cotidiana con música de fondo con su tema “A Oshun”.

Otras personalidades como la psicóloga Norma Rita Guillard lucieron sus prendas con “energía afro” y para defender el “legado vivo de nuestros ancestros”.

Proyectos e iniciativas ciudadanas de defensa de la identidad africana como Turban Queen también se hicieron eco del challenge e invitaron a su comunidad seguidora a lucir “orgullosxs nuestra herencia africana. Tú también ponte tu corona de tela. Vamos a celebrar desde hoy, el Día de África”.

Incluso, la propia campaña Evoluciona, readaptó el reto e instó a usar turbantes naranjas para que el homenaje a África fuera también desde un llamado a la no violencia hacia las mujeres.

Y el proyecto Lo llevamos rizo instó a conocer más el trasfondo de llevar un turbante: “Headwrap, doek o duku: ¿conoces su historia y significado?”.

En ese sentido, lo que inició como un homenaje a las raíces, alimentó un inusual debate sobre la apropiación cultural en el contexto cubano.

Como parte del intercambio generado en varias páginas y perfiles, activistas y especialistas insistieron en que las personas debían conocer qué significa ponerse un turbante antes de asumir un reto como el popularizado en redes sociales.

Otras iniciativas por el Día de África Además de las ya mencionadas, este año varias instituciones y emprendimientos cubanos realizaron actividades relacionas con la fecha. La Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem) presentó, en su programa online Tempo Cubano, producciones discográficas que defienden la influencia del continente africano en las raíces culturales del país. Nuevas voces del yoruba, Los orishas cantan y cuentan, El cuento de la buena pipa, A romper el coco y Eduardo Sandoval en concierto, así como el single Solo el amor nos salva, fueron las propuestas sonoras difundidas. Por su parte, el pasado sábado 23 de mayo, el emprendimiento privado Beyond Roots Cuba, la primera y única tienda afro en La Habana, protagonizó una transmisión en vivo en la red social Instagram con motivo a la fecha. Actualizaron sobre proyectos en una transmisión que formó parte de las iniciativas por el Día de África, de la comunidad cultural Tunturuntu Cuba.

Según criticó la activista Sandra AbdAllah-Alvarez Ramírez, al ser reproducido en su mayoría por personas blancas, el reto se convierte en una propuesta colonialista, de apropiación cultural, que puede entenderse como una forma de “amar la cultura negra” sin necesariamente “amar a la gente negra”.

Por su parte, la periodista Rosana Thompson Casamayor criticó el furor generado por el challenge: “La mayoría de quienes siguen este reto conocen poco de la tradición”, apuntó.

Aunque en el debate, igualmente, otras posturas defendieron la idea de que la iniciativa fuera una forma de mostrar empatía. Para el forista Sergio Rafael Vidal “ciertamente hay muchas maneras de celebrar el Día de África, pero no censuraría si alguna persona blanca lo hace”. No obstante, reconoció que hay quienes se ponen turbantes y vestidos por apoyar un día, y no apoyan las causas antirracistas.

Desde una postura conciliadora, la psicóloga Carolina de la Torre instó a entender el reto como una forma de reverenciar ese símbolo de identidad, aunque arguyó que luego del debate generado habría que cuestionarse su visión como moda.

Debates y pendientes para el antirracismo en Cuba

Pero no solo el challenge fue viral en estas jornadas previas al Día de África. Extensos debates se originaron por una publicación del semanario Ahora, de la oriental provincia de Holguín, así como sobre la representación social de la negritud en los dramatizados de la televisión nacional.

Bajo el título “¿Por qué el holguinero es como es?”, el semanario reprodujo frases e ideas que fueron catalogadas de racistas, clasistas y discriminatorias por más de una decena de activistas, especialistas y periodistas.

Aunque el artículo fue publicado el 11 de febrero de 2020, no fue hasta la semana pasada que suscitó una enardecida polémica sobre su contenido.

El comentario de marras defiende que el holguinero tiene “ínfulas de grandeza”, justifica “histórica” y “demográficamente” el racismo asociado a la ciudadanía de este territorio, además de emplear varios adjetivos y frases ensalzadoras de la supuesta identidad de esta región oriental.

Y el perfil en Facebook del programa televisivo La Neurona Intranquila compartió, el 23 de mayo, una ilustración también calificada de racista por activistas, en la que aparece un hombre negro con una aguja a modo de adivinanza para sugerir los agujeros negros del espacio cósmico.

En medio de las polémicas, otras activistas como la abogada Deyni Terry alertaron una vez más de la necesidad de profundizar las acciones contra el racismo en la isla caribeña

La jurista alertó sobre la representación por color de la piel en los dramatizados nacionales. “¿Y qué decir de los medios en Cuba? En los llamados horarios “estelares”, la televisión se permite una novela donde dos personas mestizas se hacen llamar “mi negra” y “mi blanco” aun rompiendo con toda lógica comunicacional, pero creando una brecha acentuada por detalles estigmatizantes y absurdos”. (2020)