Puente de solidaridad hacia personas enfermas en Cuba

Entre el 5 y el 14 de enero, en la sede de Palomas, proyecto de audiovisuales, se recopilaron donativos para pacientes con severas patologías.

Los donativos a personas con afecciones neurológicas y degenerativas consisten en insumos médicos, ropas, alimentos perdurables, juguetes y aseo.

Foto: Tomada de la página en Facebook de Palomas

La Habana, 17 ene.- Son de Artemisa. Adissa y Luis Daniel, de 6 años; Brenda Liss, de 19; Liday, de 22, y Raisel, de 25, padecen de parálisis cerebral infantil (PCI) y otras patologías; Azenet, de 6 años, tiene cromosomopatía estructural; los dos hijos de Alicia, de 23 años, tienen varias enfermedades. Duras son las realidades de esas familias.

Motivado por aliviar la vida de 15 familias con adolescentes y jóvenes con diversas afecciones neurológicas y degenerativas del municipio Artemisa, perteneciente a la provincia homónima, el proyecto Palomas desarrolla la iniciativa solidaria “Tu vida es parte de la mía”.

“La idea surge a partir de una relación que tenemos hace un tiempo con estas madres de Artemisa. La inmensa mayoría tiene hijas e hijos en situación de discapacidad intelectual y enfermedades degenerativas”, explicó Sergio Cabrera, coordinador general del Proyecto Palomas. Casa productora de audiovisuales para el activismo social.

La excepción es Yaima, madre en solitario de tres niñas y un niño, entre dos y 12 años, quienes padecen trastornos respiratorios, debido a las condiciones de la vivienda.

Palomas acompaña a esas familias “intentando, desde las instituciones, buscarle alivios a muchas de sus realidades, aunque las respuestas a veces no son las más eficaces”, consideró.

“Decidimos también que el asistencialismo no se le puede dejar solo al Estado, que puede tener muchos rostros y una respuesta de las personas concretas”, detalló.

De acuerdo con Cabrera, forma parte de la filosofía y del quehacer de Palomas buscar la sensibilidad en la ciudadanía.

Esta iniciativa solidaria beneficia a 15 familias de Artemisa.

“Ante el comercio de los medicamentos, la inflación y aprovecharse de ella y la violencia, tiene que haber algo más, algo mejor”, apuntó Cabrera.

“Como país, nos detenemos muchísimas veces en nuestras carencias y necesidades, que son reales, pero creemos que debemos buscar la esencia humanista de las personas”, reflexionó.

A su juicio, “la solidaridad tiene que estar todo el tiempo, porque siempre tendremos a nuestro lado gente con dificultades, gente que está peor y qué bueno poder sentirnos solidarios, no solamente para dar cosas, sino porque como dice el título: tu vida es parte de la mía”.

Claves

Según Cabrera, la clave no es solo aliviar a las personas con algo material. “Lo esencial es invitar a sacar lo mejor de las cubanas y los cubanos y ponerlo al servicio y en función de otras personas”.

Con esta iniciativa se pretende ayudar, desde la solidaridad, según la disponibilidad, en períodos determinados de tiempo. Los donativos consisten en insumos médicos, ropas, alimentos perdurables, juguetes y aseo y el resultado de lo que se recoja será público.

“Queremos que no sea una campaña, porque estas se agotan en el tiempo, sino una filosofía que acompañe la vida porque la solidaridad no es ni socialista ni capitalista, es de la esencia humana”.

Como principio, nunca se mostrarán los nombres de las personas donantes y solo se publicarán fotos de la recepción de los donativos por las familias beneficiadas, a quienes los recursos llegarán directamente.

Explicó Cabrera que la respuesta superó las expectativas del equipo y hubo que reajustar el espacio para asimilar “lo que las personas, generosamente, han querido ofrecer”.

A la convocatoria respondieron personas naturales, instituciones, grupos solidarios y afines, exestudiantes de una escuela cubana y mujeres religiosas, entre otras.

“Ha sido muy diversa la acogida y la sensibilidad ante esta invitación y lo más hermoso es que nadie ha querido ser protagonista, porque las protagonistas y los protagonistas de esta historia de solidaridad son las personas destinatarias”, dijo.

“Algunas personas han dicho: esto es lo poquito que pude dar, y les decimos que es mucho: más allá de lo material, es el gesto de desprenderse de algo que puede ayudar a alguien que ni conoces a una vida más digna. Ahí está la sensibilidad”, destacó.

Tocar corazones

Algunas de las personas incluidas en el proyecto compartieron sus agradecimientos a Palomas, a su directora general, Lizette Vila, y a su equipo.

“Palomas es un proyecto de solidaridad, donde la humildad siempre está presente…Nos da apoyo emocional y nos ha abierto las puertas día y noche”, declaró Marietta Oviedo, madre de José Carlos Álvarez, de 36 años, quien padece PCI.

Ydarmis Chiles, mamá de Brenda Liss, comentó que para ella y su familia “significa un respaldo, un apoyo y sobre todas las cosas, de entrega y de mucho amor”.

Además, destacó la necesidad de extender la iniciativa desde la primera infancia, a través de la vía institucional y no institucional, y de formar valores de adultos en los diferentes niveles educacionales para la continuidad del gesto solidario.

Dunia, psicóloga y mamá de Adriana, con PC y otras patologías, compartió: “Nuestros problemas, y no son pocos, son del proyecto también. A nuestros niños los ven como héroes de una batalla, nos ayudan a superar las angustias de lo distinto”. (2023)

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