Reciclaje de residuos sólidos urbanos con participación ciudadana

Un proyecto que privilegia la segregación desde el origen para evitar la contaminación de recursos que pueden reciclarse.

Con un compromiso ambiental muy bien definido, la iniciativa, pensada para la población y las instituciones sociales del municipio La lisa, promete un pedacito de entorno más sano y verde antes de que culmine el año.

Foto: Archivo IPS Cuba

La Habana, 25 mar.-  Los residuos sólidos constituyen un problema grave para la higiene ambiental en la capital cubana y hacia la apuesta por soluciones a pequeña escala con participación ciudadana se enfoca un nuevo proyecto de la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre (FANJ): La Lisa Recicla.

La iniciativa tiene como propósito la creación y fortalecimiento de capacidades de planificación y gestión de los residuos sólidos urbanos (RSU) en las estructuras de la gobernanza en el entorno local y provincial, explicó Mónica Saura, del Programa Naturaleza y Comunidad de la FANJ en un taller sobre contaminación por plásticos.

Se enfoca también en la implementación de experiencias piloto, con participación ciudadana y creación de un Centro Comunitario de gestión de los RSU con segregación en origen y sensibilización de la comunidad y población general, a través de actividades y productos comunicativos.

La Lisa es un municipio habanero de 37,14 kilómetros cuadrados (km2) y una población residente de 135 323 habitantes para una densidad de 3 500 habitantes por km2, según el Anuario Estadístico La Habana, Edición 2024. De acuerdo con ese documento, el municipio tiene el tercer mayor salario medio de la provincia.

La iniciativa tiene como propósito la creación y fortalecimiento de capacidades de planificación y gestión de los residuos sólidos urbanos (RSU) en las estructuras de la gobernanza en el entorno local y provincial.
No quedarse de brazos cruzados

Según reflexionó Saura, con las acciones previstas “vamos a tratar de aportar en la solución de esos conflictos que hoy existen en nuestra ciudad. Somos un país subdesarrollado, no tenemos combustible… ¿Qué vamos a hacer?, ¿quedarnos con los brazos cruzados? ¡No! Vamos a implementar en pequeños lugares pequeñas soluciones”.

El proyecto se va a ejecutar en dos circunscripciones específicas y áreas colindantes “para proveer tanto al gobierno local de La Lisa como municipio y las estructuras de gobernanza locales”, como las empresas de Materias Primas y de Comunales.

Involucrará también a trabajadores por cuenta propia; micro, pequeñas y medianas empresas (mipyme),  junto a proyectos de desarrollo local ubicados en ese radio de acción que están recogiendo y utilizando el reciclaje en sus cadenas, por ejemplo, de envases.

De acuerdo con el sitio de la Associació Catalana per la Paula, se dotará a los actores locales de instrumentos de planificación y de equipos que permitirán poner en marcha un sistema de recogida y reciclaje, con enfoque de género, así como incrementar la conciencia ambiental para construir un entorno urbano sostenible, de manera participativa e inclusiva.

“Esa es la forma en que desde este pedacito vamos a sembrar la pequeña semilla que después no va a ser replicada, sino que sirva para apropiarse de ella creativamente en todos los espacios donde sea útil y necesaria esa metodología de trabajo con estructuras de gobernanza y con la población”, explicó Saura.

Para esta iniciativa, agregó, se tomaron en cuenta experiencias ya implementadas en otros espacios, con la idea de lograr la segregación de origen y evitar la contaminación de recursos que pueden ser reutilizables.

Una de ellas son las cajas de recogida: lo que no se puede recuperar, se bota, mientras lo recuperable se recoge puerta a puerta; otra variante son los llamados puntos limpios: lugares que estén disponibles para que las personas, si quieren y a la hora que quieran boten la basura de forma segregada: plástico, vidrio, papel cartón, metal y otros.

La tercera experiencia, que funcionaría en un espacio existente en el barrio, en áreas de la Empresa de Comunales, es un centro colector “donde se van a recibir esos productos, tanto desde la población que quiere entregarlos de forma espontánea como de organizaciones que están por los alrededores”.

Todas estas alternativas, indicó, requieren de un proceso de sensibilización de la comunidad y población, que se implementará a partir de actividades y productos comunicativos para involucrar a la ciudadanía.

Y agregó, no es una cosa impuesta, el que quiera participar participa, “y con esos vamos a empezar a trabajar nosotros, el gobierno de La Lisa y las estructuras de gobernanza”.

Para ello, “hay que tener en cuenta cuál es el público meta que uno está trabajando y cuáles son las formas de llegar a ese público meta”, resaltó Saura.

Según expuso en el taller sobre plásticos Roberto Pérez, también del Programa Naturaleza y Comunidad, la FANJ ha desarrollado proyectos con diferentes contrapartes internacionales en escuelas y Materia Prima, en el barrio de Cantarrana, en la zona del Husillo del Gran Parque Metropolitano de La Habana.

Entre otras iniciativas que implican la educación ambiental, la FANJ también  ha promovido Cuba Limpia, plataforma de coordinación para la Limpieza de playas y costas de Cuba y Desafío Jóvenes contra la Marea del Plástico.

Asimismo, ha trabajado en alertas sobre arribazones de plástico desde República Dominicana y Haití en áreas protegidas cubanas y  colaborado con Rebirth/Tercer Paraíso en temas de plásticos y con Race for Water, el barco sueco que investigó microplásticos en Cuba. (2025)

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