Recuperación en occidente cubano tras evento meteorológico

Las prioridades de la recuperación se concentran en restituir el servicio eléctrico y de abasto de agua

Las lluvias en La Habana anegaron áreas dedicadas a la producción de hortalizas, plátanos y frutales.

Foto: Archivo IPS Cuba

La Habana, 25 mar.- Tras el paso del evento hidrometeorológico que impactó el occidente cubano este fin de semana, con mayor fuerza en La Habana, Artemisa y Mayabeque, se iniciaron las acciones de recuperación con prioridad sobre todo para el restablecimiento del servicio eléctrico.

Daños en la infraestructura eléctrica, la agricultura y las viviendas e inundaciones severas dejaron a su paso por el occidente cubano lluvias intensas, tormentas eléctricas, caída de granizos sin precedentes y rachas de viento asociados a una banda prefrontal.

Las averías provocadas por los fuertes vientos dejaron sin servicio eléctrico de manera temporal a 270 274 clientes, 120 000 en La Habana, 54 787 en Artemisa, 43 808 en Mayabeque, 38 000 en Matanzas y 13 679 en Pinar del Río.

Autoridades de la capital cubana informaron que las incidencias más significativas se reportaron en los municipios de Boyeros, Cotorro, San Miguel del Padrón y Arroyo Naranjo, aunque también hubo perjuicios en Diez de Octubre, La Lisa y Cerro.

Como un hecho inédito en uno de los meses más secos del año en Cuba, se consideraron, en diciembre del 2023, las lluvias intensas cuyos acumulados significativos causaron inundaciones y derrumbes en el occidente y el centro del país.

Las considerables averías en el servicio eléctrico incidieron en la capacidad de bombeo de agua de los sistemas de acueducto, por lo que se paralizó el abasto de agua a más de 163 000 personas, que se sumaron a las que habitualmente tienen dificultades con el suministro.

Recuperación en La Habana

Unas 29 brigadas con linieros fueron movilizadas desde Villa Clara, Pinar del Río, Cienfuegos, Sancti Spíritus y Ciego de Ávila hacia La Habana para acelerar las acciones y restablecer el servicio eléctrico.

Ante la situación meteorológica y para prevenir pérdidas de vidas humanas por el estado de las viviendas o hallarse en zonas proclives a inundaciones, 148 habitantes de la capital cubana recibieron protección a modo de evacuados en centros estatales y 762 se resguardaron en casas de familiares y amigos, a los que se les asegura la alimentación.

Un parte preliminar sobre el fondo habitacional de la ciudad reveló alrededor de 18 derrumbes totales y 207 de techo, cinco de ellos totales. El municipio Cotorro concentró los mayores daños (151), seguido de San Miguel del Padrón (26), Arroyo Naranjo (18) y Boyeros (13), mientras en La Habana Vieja y Cerro se registraron derrumbes parciales.

Ante las destrucciones en inmuebles y bienes, las autoridades activaron oficinas de trámites para la evaluación y posible respuesta a situaciones en la fase de recuperación.

Representantes del sector agrícola reportaron daños en casas de cultivo, de posturas, de secado, puntos de venta, minindustrias, vaquerías y áreas dedicadas a la producción de hortalizas, plátanos y frutales.

Asimismo, los vientos derribaron decenas de árboles que provocaron obstrucciones de vías principales y secundarias, que requirieron el trabajo de brigadas de varios sectores para restablecer el tránsito. Se orientó aprovechar la madera resultante para leña o encofrados.

Mayabeque y Artemisa

Los mayores daños en Mayabeque se reportaron en el servicio eléctrico de gran cantidad de circuitos, así como en viviendas–en los municipios San Nicolás, Madruga y Santa Cruz del Norte–, la caída de árboles y las inundaciones en zonas bajas, fundamentalmente en Batabanó.

Las lluvias afectaron 20 hectáreas de maíz, cinco de ajo, cinco de plátano y 700 toneladas de papa sembradas en esa provincia.

En Artemisa, los estragos se concentraron viviendas y en la infraestructura eléctrica con una treintena de postes derribados o inclinados y averías de transformadores en Bahía Honda, Bauta y la Zona de Desarrollo Mariel, según reportes televisivos.

Aunque en menor dimensión, también las tormentas locales severas asociadas al fenómeno hidrometeorológico dejaron huellas en Pinar del Río –50 derrumbes, de ellos 10 totales–, y en Matanzas, con daños en redes eléctricas, derrumbes parciales y caídas de árboles.

El evento en cifras

La magnitud de las precipitaciones puede medirse por el hecho de que 53 localidades de las provincias occidentales registraron acumulados de lluvia superiores a los 100 milímetros en 24 horas.

Testimonios de personas que viven en las inmediaciones del río capitalino Martín Pérez, donde se produjo una inundación de gran magnitud, indican que desde 1981 no ocurría un hecho como ese.

Según reportes hasta el 23 de marzo, los mayores acumulados de agua se registraron en Virgen del Camino, en el municipio San Miguel del Padrón, con 360,5 milímetros; Bacuranao, 234,0; Telecorreo Bacuranao, 203,2; embalse Jibacoa, 198,5; Planta de Filtros de Campo Florido, 198,3.

El Instituto de Meteorología reportó rachas de viento significativas en Bahía Honda, con 66 kilómetros por hora, y Bauta con 75, ambas localidades de la provincia de Artemisa.

Esa misma fuente informó que continúa en desarrollo el evento El Niño Oscilación del Sur (ENOS) en el Océano Pacífico. La mayor influencia de este evento sobre Cuba ocurre entre noviembre y abril, con acumulados de precipitaciones por encima de lo normal, en todas las regiones, sobre todo de diciembre a marzo. (2024)

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