Cubanas emprendedoras apuestan por mayores alianzas

En un reciente encuentro en La Habana, diversas mujeres reflexionaron sobre limitaciones que enfrentan para lograr su empoderamiento.

Participantes en el taller intercambiaron sobre brechas de género que limitan a las mujeres, entre ellas, el desconocimiento en temas económicos y jurídicos, la carencia de apoyo familiar y de capacitación.

Foto: Archivo IPS Cuba

La Habana, 11 mar.- Ante accidentes, separaciones, problemas financieros, cese de vínculo laboral, baja autoestima, cuidado de niños pequeños y en solitario, mujeres cubanas antepusieron perseverancia, valentía, confianza en su empeño y capacidades y resiliencia para abrirse camino en proyectos autónomos.

Pasados esos tiempos duros, de aprendizaje y superado cada nuevo tropiezo, hoy integran proyectos de mujeres, tienen sus propios negocios y pueden compartir sus historias, no exentas de obstáculos, con otras como ellas.

Enfocado en esas realidades estuvo el taller “Emprender es poder: ellas cuentan”, a propósito del Día Internacional de la Mujer, organizado por el Centro Oscar Arnulfo Romero (OAR), como parte de un proyecto con la oenegé Internacionalisme, Solidaritat, Feminismes (Suds), con financiamiento del Ayuntamiento de Barcelona.

Según explicó Zulema Hidalgo, de OAR,  en el encuentro se compartieron vivencias e  iniciativas diversas, “para construir saberes, a partir de intercambiar sobre las limitaciones que han enfrentado, a las que se suman temas de género en el contexto del país y al interior de esos emprendimientos”.

Para la profesora e investigadora Magela Romero, quien facilitó el intercambio, la cita se propuso contribuir a la comprensión de que “no basta con tener un emprendimiento de mujeres para garantizar estrategias de género y que potencien la equidad, sino que es necesario intencionar la participación equitativa en la toma de decisiones, en los beneficios, en el acceso a los recursos, en el liderazgo”.

Alertó en ese sentido que “también entre mujeres se pueden dar relaciones de poder que reproducen patrones de género tradicionales y marcan las relaciones entre ellas”.

La especialista significó cómo el empoderamiento económico de estas mujeres puede tener costos en su vida cotidiana y familiar, por la sobrecarga que asumen, en el modo en que se las ve, sobre todo, si no tienen conciencia de género, que puede hacerlas sentir culpables de su empoderamiento.

Para la estudiosa, no basta con la autonomía económica, sino que se requiere también el empoderamiento real en el desarrollo de sus planes personales y profesionales,  por tanto, es necesario que repiensen sus prácticas sobre qué hacer con ese poder y esa economía,  para su autocuidado, sus aspiraciones y su bienestar.

Experiencias

La exposición de cuatro de las iniciativas participantes en el taller permitió ver los matices de cada camino, las ventajas de la articulación y la sororidad real, el valor de la persistencia, la posibilidad de combinar emprendimiento y responsabilidad social.

Estas  fueron: Marié, marca de ropa y atelier, con un tránsito complejo hasta llegar a tener un local en arrendamiento; Mujeres en Espiral, proyecto que abarca unas 16 iniciativas en diferentes municipios y resultantes de proyectos para impulsar el emprendimiento femenino; la cooperativa Dajo, servicio de lavandería y confecciones, y la primera marca cubana de ropa afro: BarbarA´s.

A partir de sus historias, las participantes trabajaron en grupos donde reflexionaron acerca de los problemas de género que limitan a las mujeres, cómo impacta la desigual distribución del trabajo de cuidados de ellas y los hombres, además de las maneras de potenciar el empoderamiento femenino en los emprendimientos económicos.

Los equipos visualizaron obstáculos como el patriarcado, los estereotipos machistas, la sobrecarga doméstica, la falta de confianza, la baja autoestima, el desconocimiento en temas económicos y jurídicos, la carencia de apoyo familiar y de capacitación de quienes toman las decisiones, entre otros.

A su vez, construyeron estrategias, herramientas y habilidades que deben desarrollar en el país, para potenciar el desarrollo de los emprendimientos económicos liderados por mujeres, incluidas las alianzas y los encadenamientos productivos.

Se suman las redes sociales, la creación de fondos de fomento y la intensificación de políticas públicas que favorezcan la extensión a otras mujeres y comunidades, sobre todo en situación de vulnerabilidad.

La raíz

Según explicó Eva Fernández, coordinadora de Suds, el taller forma parte del cierre del proyecto para el empoderamiento económico y social de las mujeres y su contribución a disminuir las brechas y la violencia de género.

“Fue un proyecto difícil porque se dio en tiempos de pandemia y significó un reto trabajar en la selección, la formación y el acompañamiento a mujeres para sus emprendimientos, que las llevó a utilizar WhatsApp, ir a los Talleres de Transformación Integral del Barrio, mantener la distancia de seguridad, con un gran esfuerzo de OAR”, destacó.

También valoró el “intercambio enriquecedor entre muchas experiencias de mujeres emprendedoras, algunas con muchísimos resultados y otras que están empezando y para quienes es importante escuchar las vivencias de quienes ya transitaron el camino”.

Fernández reconoció que el proyecto “les ha dado herramientas de conocimientos y lo más importante, es que son mujeres empoderadas que trabajan por salir adelante en este contexto adverso, no solo en Cuba, sino internacional, pero no le temen a los obstáculos”, aseguró. (2023)

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