Sector privado cubano multiplica los servicios de bienestar
Personas emprendedoras encuentran en los servicios de bienestar no solo una fuente de ingresos, sino también de realización personal.

El masaje, combinado con yoga y otras prácticas, se ejerce en diferentes formas de gestión privada.
Foto: Jorge Luis Baños/IPS Cuba
Este producto periodístico forma parte de la cobertura especial Nuevos actores económicos y desarrollo local en Cuba (2023-2025) #DesarrolloLocalParaCrecer |
La Habana, 25 feb.- El auge de la iniciativa privada en Cuba abarca sectores de amplia demanda de servicios como la gastronomía, la transportación y la construcción, pero también otros que poco a poco interesan cada vez más a personas centradas en el bienestar.
El masaje como trabajo por cuenta propia existe en Cuba desde mucho antes de que se aprobara la creación de cooperativas no agropecuarias y mipymes.
En 2010, el gobierno cubano amplió a 178 las actividades que pueden realizarse por cuenta propia, entre ellas, unas 29 que se ejercían en ese momento, aunque desde hacía años no se entregaban nuevas licencias, entre ellas, la de masajista.
El entonces presidente Raúl Castro anunció ante el parlamento, en agosto de ese año, la decisión de ampliar el ejercicio del trabajo por cuenta propia y de eliminar prohibiciones vigentes para otorgar licencias a las personas interesadas en esa forma de empleo.
Al cabo de 15 años se multiplican tanto los servicios de bienestar que prestan personas de edades diversas, en buena parte de las provincias cubanas, como quienes acceden a ellos, incluso turistas internacionales.
Una simple búsqueda en las plataformas digitales revela la existencia de emprendimientos como D´Marie Centro Holístico de Bienestar, Agata Yoga, Spa Terafis, y muchos más dedicados solo al masaje: Spa La nube, Yuma Massage, Maikel Charchabal, Cuba Massage, Habana Relax Masajes, algunos con buenas reseñas en la plataforma turística Tripadvisor.

D´Marie
Asegura Maricel Ponvert, de 65 años, que desde muy joven le encantaban los masajes y siempre disfrutó ser clienta de masajistas.
Se graduó como profesora de español y literatura, trabajó en gastronomía 21 años y, luego fue masajista independiente y a domicilio por 17 años, con clientes incluso en Matanzas, a 100 kilómetros al este de La Habana.
“Cuando la movilidad se volvió tediosa por el problema del transporte, decidí montar un centro adonde acudieran las personas, junto a mi esposo, quien llevaba 17 años ejerciendo el reiki, que sincroniza el cuerpo físico, el mental y el espiritual, al proporcionar bienestar y prevenir enfermedades”, apunta.
Según destaca, así nació D´Marie Centro Holístico de Bienestar, con sede en la calle Línea, en el Vedado, La Habana, que brinda masajes, reiki, reflexología, quiropráctica y drenaje linfático, todos basados en los conocimientos adquiridos por su fundadora.
“Trabajamos sobre la base de la prevención. No es secreto que el masaje activa la circulación, importantísima, porque oxigena los órganos y los músculos. Cuando das masaje, activas el sistema linfático y estás aumentando el sistema inmunológico, capaz de combatir cualquier tipo de enfermedad”, explica.
Pero acota que no le bastaba con saber de masajes y reiki. Acudió entonces a las opciones formativas del proyecto Cubaemprende, para aprender también de negocios y finanzas.
El lugar privilegiado donde radica su negocio, con casas de renta en los alrededores, y la profesionalidad y la seriedad hacen que Ponvert y su salón se ganen la confianza de arrendatarios que recomiendan a sus clientes extranjeros los servicios D´Marie Centro Holístico de Bienestar.
Eso y un adecuado control de las finanzas le permitieron sobrevivir a la pandemia, declara la emprendedora, quien, en el periodo de aislamiento social, impartió cursos virtuales para generar ingresos.
Apuntando a un mapa, en una pared del salón, la masajista muestra con orgullo la procedencia de su clientela, con puntos en todos los continentes, incluso Australia y Asia, donde nació el masaje oriental y desde donde le dicen que ni imaginaban que podría existir una escuela cubana del masaje.
Ella valora sobre todo los masajes faciales, la depilación corporal y facial, un servicio agregado, el que más demandan cubanas y cubanos, “donde más posibilidades tengo de intercambiar con el público de mi país”, apunta.
Además de dar los masajes y llevar un negocio, Ponvert se dedica a formar a su personal, le transmite no solo conocimientos técnicos, sino también valores y pautas de atención a clientes. Algunos de sus estudiantes practican el masaje de forma independiente, incluso fuera de Cuba.

Balans
Dianelis Viamonte, de 31 años, licenciada en Cultura Física e instructora de yoga certificada por la Yoga Alliance, es trabajadora por cuenta propia desde 2022. Junto a su esposo desarrolla la iniciativa privada Balans (equilibrio, estabilidad).
“Balans surgió una noche hablando con mi esposo sobre cómo aplicar los conocimientos de nuestra formación, la licenciatura en Cultura Física. Desde el comienzo éramos conscientes de que podrían ser de utilidad a las demás personas”, comenta la joven.
Cuenta que estaban terminando la licenciatura y perfeccionando sus habilidades individualmente y en ese tiempo estudiaron materias afines a lo que ejercen hoy, además de formaciones extracurriculares en diferentes técnicas de masajes.
Recuerda que, después de graduarse, decidieron que él realizaría la maestría en Cultura Física Terapéutica y Profiláctica, mientras ella haría estudios de un profesorado de 500 horas de Hatha Yoga, al que le siguió otro de 200 horas en Vinyasa Yoga.

En Balans, las personas pueden encontrar masajes, yoga, talleres de bienestar y retiros transformadores. Los retiros los realizan junto a dos amigas, Claudia Comerón y Amy Acosta, con las que formaron otro proyecto conjunto, Parināma, de retiros transformadores.
La iniciativa la desarrollan en un espacio rentado en la barriada de La Víbora, del habanero municipio Diez de Octubre, y también mediante visitas a domicilio. Los talleres y retiros tienen lugar en diferentes espacios.
Sus principales clientes son personas que presentan “malestares físicos y mentales que buscan herramientas para elevar su calidad de vida, les gusten los masajes, el yoga y prácticas de autocrecimiento, que valoren lo que tenemos para ofrecer”, acota Viamonte.
Asegura que alivian “los efectos del estrés físico y mental, lo que se traduce en dolores musculares en todo el cuerpo, tensiones mentales que luego se expresan en frustraciones, por no saber lidiar con el estilo de vida tan acelerado que se vive hoy”.
A su juicio, “emprender fue todo un reto, lleno de mucho aprendizaje intelectual y de autoconocimiento. Tuve que formarme en los diferentes aspectos de un negocio (marketing, administración, estrategias, legal, comunicación) para entender cómo funciona y hacer las cosas lo mejor posible”.
Respecto al apoyo familiar resalta: “Mi esposo me entendía y me apoyaba. Él es holandés y está implementado Balans en su país, y también hay muchas dificultades. Cada lugar tiene sus propios retos, lo que nos caracteriza es convertirlos en oportunidades”.
“Al ser una marca familiar nos permite mejorar mucho nuestra comunicación, y darnos cuenta de qué es lo realmente mejor para nosotros en función de Balans”, destaca.
Por último, declara: “Sentimos que estamos en el camino de nuestras vidas, haciendo lo que vinimos a hacer en esta vida, por lo que nos mueve la pasión por lo que hacemos. Si volviéramos a nacer elegiríamos dedicarnos a brindar bienestar”. (2025)
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