El mundo observa el modelo cubano de salud pública en busca de claves para expandir la asistencia universal de salud. A la par que garantiza un derecho social, la medicina se ha convertido en el sector que más ingresos aporta a Cuba en moneda dura.
Los ojos del país miran hacia una dualidad monetaria y cambiaria que se ha convertido en traba crítica del proceso de transformaciones del modelo económico y del crecimiento de su economía.
El gobierno cubano insiste en reordenar las cooperativas y el trabajo por cuenta propia, en una doble señal del interés declarado de compartir espacio con las formas de gestión no estatales y del sambenito de un pasado ajeno a tal convivencia.
El gobierno cubano pasa revista a deudas del programa de transformaciones del modelo, que traban el avance de la economía. El PIB creció 1,6 por ciento en 2017.
El salario medio mensual avanzó hasta 740 pesos en 2016, un dato que revela reacciones a transformaciones del modelo económico, a pesar de la persistencia de deformaciones estructurales y ruidos inevitables en cualquier interpretación.
Aunque las medidas recientes crearon inquietud sobre el futuro del trabajo por cuenta propia, la intención declarada y evidente del gobierno apunta a una reordenamiento muy oportuno para mejorar los espacios de actuación de estos nuevos actores en la economía cubana.