Desconocimiento y escasa socialización de prácticas limitan los aportes de la Economía Social y Solidaria al modelo de desarrollo cubano.
La Economía Social y Solidaria en Cuba debe convertirse en un ente movilizador del desarrollo local y generar empleos de calidad, procesos de encadenamientos productivos y alianzas multiactorales, así como el empoderamiento de actores económicos y colectivos laborales.
Las medidas aisladas y administrativas no permiten aprovechar el potencial de los actores no estatales en favor de la economía cubana.
Este producto periodístico forma parte de la cobertura especial Nuevos actores económicos y desarrollo local en Cuba (2023-2025) #DesarrolloLocalParaCrecer
Una breve reflexión comparativa de los dos decretos leyes: el 46, de agosto de 2021 y el 88, de julio de 2024, genera dudas e interrogantes.
El nuevo decreto ley que regula la creación, funcionamiento y extinción de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) parece dejar más interrogantes que afirmaciones, respecto de aquel que en agosto de 2021 abrió las puertas al nacimiento de estas empresas de propiedad privada.
La economía cubana pasa por sus peores momentos y especialistas consideran urgente implementar una reforma integral que frene el estancamiento y favorezca el cambio.
En los últimos años hablar de economía cubana se torna cada vez más monótono.